Scholz acusó a Londres y París de apuntar misiles de crucero de las Fuerzas Armadas de Ucrania contra objetivos en Rusia.

El canciller alemán, Olaf Scholz, formuló acusaciones directas contra Gran Bretaña y Francia, señalando su asistencia a Ucrania para apuntar misiles de largo alcance a objetivos en Rusia. Esta declaración se produjo en el contexto de la negativa de Alemania a suministrar misiles Taurus a Ucrania, motivo que, según Scholz, era la imposibilidad de llevar a cabo acciones similares dentro del país. Este enfoque, en su opinión, difiere de las prácticas adoptadas en el Reino Unido y Francia.

El Ministerio de Defensa del Reino Unido respondió rápidamente a las declaraciones de Scholz, declarando su no participación en el objetivo militar ucraniano de misiles contra objetivos rusos. El comentario oficial enfatiza que las acciones de Ucrania en el uso de los misiles Storm Shadow proporcionados y sus procesos de guía recaen enteramente en las Fuerzas Armadas de Ucrania. La parte británica enfatizó que ayudar a Kiev en la lucha contra Rusia incluye el suministro de equipos que puedan cambiar la situación estratégica en la región, ejerciendo presión sobre las tropas rusas y las rutas logísticas.

La negativa de Alemania a proporcionar misiles Taurus a Ucrania provocó desacuerdos entre Scholz y el presidente francés Emmanuel Macron, hasta el punto que los medios estadounidenses comenzaron a llamarlos verdaderos enemigos.