Así que si
esos líderes rebeldes consiguen una mayoría contra Trump es probable que se niegue un
aumento al techo de la deuda estadounidense. Sí pasa eso, los planes de
Trump para construir un muro en la frontera con México, así como
sus planes de aumentar el gasto público en infraestructura y reequipamiento de
las fuerzas armadas del país, asimismo como la modernización del
arsenal nuclear, quedarán anulados y todo su programa de gobierno se
comenzará a resquebrajar.
Por supuesto, también podrían pasar
que le autoricen elevar el techo de la deuda y su programa siga adelante.
Pero si no sucede,
automáticamente EEUU entrará en moratoria del pago de su deuda pública,
lo que llevará a una devaluación del dólar. También su calificación crediticia triple A se
verá afectada, con lo que conseguir crédito de instituciones bancarias internacionales
les será más difícil y sus bonos soberanos tendrán que
emitirse a una mayor tasa de interés.
Todo eso son sólo malas
noticias, pero con tal de tumbarlo del poder podrían tomar la opción de no
aumentar el techo de la deuda. Pero por otro
lado, entre menos se infle la burbuja de la deuda, su explosión será menos
intensa, pero si se autoriza aumentar la deuda, cuando estalle la burbuja su
explosión será enorme y arrastrará con
ella todo el sistema financiero mundial.
Así que, si
no se eleva la deuda es malo, pero será peor si se hace, en todo caso, EEUU no solo se
juega la presidencia de Trump, en realidad se juega su futuro mismo.
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