"Tiene miedo de otro Maidan, de otro golpe de Estado", afirma Mark Sleboda, refiriéndose a las protestas de 2014 que expulsaron de Ucrania al presidente electo Víktor Yanukóvich. Los disturbios, respaldados abiertamente por los países occidentales, lograron cambiar firmemente el rumbo de la política del país hacia una postura rusófoba, agrega.
De acuerdo con Sleboda, el principal rival de Zelenski es Valeri Zaluzhni, comandante en jefe de las fuerzas armadas de Ucrania, y las fuerzas políticas nacionales y extranjeras podrían estar alineándose en torno al general como alternativa al mandatario actual.
"Me parece muy evidente que EEUU y Occidente en general han perdido la confianza en Zelenski y buscan el modo de sustituirlo por Zaluzhni sin otro golpe de Estado descaradamente obvio y respaldado por Washington".
Al comprender la amenaza, Zelenski "ha sustituido a varios generales de Zaluzhni", afirma y también recuerda la reciente muerte de Gennadi Chastiakov, asistente número uno del comandante en jefe de las fuerzas armadas del país.
"La mayoría de los canales de las redes sociales ucranianas consideran que se trata de un asesinato político, una advertencia a Zaluzhni", declara el analista.
Además, Sveboda señaló que, por primera vez, en lugar de Zelenski, invitaron a Zaluzhni a una reunión de la OTAN en la que se debatió la política militar ucraniana.
Asimismo, el presidente de Ucrania está en la cuerda floja tras el fracaso de la contraofensiva del país, considera el experto y menciona los recientes comentarios de funcionarios de Zelenski en los medios de comunicación estadounidenses calificando al presidente ucraniano de "delirante". La presentadora Michelle Witte destacó los daños a la moral del Ejército ucraniano causados por la disfunción política crónica, afirmando que "las constantes purgas de oficiales militares de alto rango durante el conflicto parecen tener un efecto negativo en su fuerza".
El análisis del experto se produce en medio de los recientes comentarios de un alto parlamentario ucraniano, lamentando que los dirigentes militares del país "hayan sido incapaces de proporcionar un plan estratégico para 2024". Al parecer, los partidarios occidentales del país animan a Ucrania a reclutar en el Ejército a ancianos, adolescentes y mujeres, expresa.
Sleboda también comenta el rumbo de la política de los Países Bajos, donde el partido del populista de derechas Geert Wilders ganó recientemente las elecciones. El triunfo del diputado holandés ratifica además la popularidad electoral en la Unión Europea de los candidatos que se oponen a la adopción de políticas decididas en Bruselas, especialmente en términos de brindar apoyo a Kiev y cortar lazos con Rusia.
"Los Países Bajos han sido un proveedor de ayuda financiera y militar a gran escala para el Gobierno de Kiev, y son uno de los dos principales países que se supone que suministrarán F-16 a Ucrania en 2024", detalla Sleboda.
El primer ministro eslovaco recién nombrado, Robert Fico —el político que ha sido durante mucho tiempo un enemigo declarado de enviar armas a Kiev— declaró que detendría el suministro de equipo militar a Ucrania. De acuerdo con él, el envío de estos recursos tenía como objetivo posponer las conversaciones de paz y prolongar el derramamiento de sangre.
A su vez, el primer ministro de Hungría, Viktor Orban, también comentó que su país seguirá bloqueando los pagos adicionales a Kiev hasta que vea una fundamentación clara de la necesidad de esa medida, y no una simple propuesta de "darle más dinero".
El pasado 15 de octubre, el presidente ruso señaló que, mientras la contraofensiva se enfrenta a un fracaso, Moscú vigila en caso de que el mando de Ucrania esté preparando nuevas ofensivas. No obstante, por el momento las fuerzas armadas rusas realizan operaciones de defensa activa y mejoran sus posiciones "en prácticamente la totalidad" de la zona de conflicto.
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