Los drones desplegados por Rusia a lo largo de los 1.000 kilómetros de línea del frente que atraviesan las regiones de Donbás, Jersón y Zaporozhie han resultado fundamentales para frustrar a las tropas ucranianas, entrenadas y equipadas por la OTAN durante la desafortunada contraofensiva estival de Kiev.
Estas armas proporcionaron a las fuerzas rusas los datos de inteligencia que tanto necesitaban y se convirtieron en un obstáculo frustrante para los tanques de fabricación occidental que Washington y Bruselas esperaban que atravesaran las líneas rusas y cortaran el puente de Crimea para asestar una derrota a Moscú.
El conflicto ucraniano empujó a los funcionarios del Pentágono a reconocer la importancia crítica de los drones en el campo de batalla moderno, así como de los sistemas diseñados para desbaratarlos, y los medios de comunicación heredados dejaron claro que ven cínicamente la guerra por poderes contra Rusia en Ucrania como un "campo de pruebas" para los últimos equipos de la OTAN, incluidos vehículos aéreos no tripulados (UAV, por sus siglas en inglés).
El Izdeliye-53
Probablemente uno de los drones más destacados entre los totalmente nuevos desplegados por Rusia en la zona de operaciones militares especiales se encuentra el Izdeliye-53, también conocido como Z-53, una mejora de la mortífera serie Lancet de municiones merodeadoras de alas en X que, según los observadores occidentales, se han convertido en el "azote del campo de batalla" para las fuerzas ucranianas.
Esas nuevas municiones merodeadoras, mostradas recientemente atacando un sistema de artillería enemigo mediante un sistema de adquisición de objetivos y guiado automático, fueron desarrolladas por Aeroscan, filial de ZALA Aero que pertenece al consorcio Kalashnikov, y cuentan con una carga útil de hasta cinco kilos.
Los Izdeliye-53 son capaces de volar en grupos y coordinarse entre sí para seleccionar objetivos, y utilizan los principios de la guerra centrada en la red durante las operaciones para facilitar un enjambre eficaz. Las municiones tienen un alcance de hasta 70 km, y su capacidad para destruir los carros de combate principales de la OTAN y otros sistemas de armamento pesado llevó a los responsables de defensa británicos a calificar la serie Lancet como una de las "nuevas capacidades más eficaces" del arsenal ruso.
Lanzados desde contenedores portátiles que pueden transportarse tanto en vehículos militares pesados como en camiones ligeros, los Z-53 son inmunes a los medios convencionales de guerra electrónica y, según se informa, también están equipados con una serie de tecnologías a prueba de manipulaciones, diseñadas para impedir que el enemigo conozca sus secretos en caso de captura.
El Scalpel: un Lancet económico
Mientras que el Z-53 ya se ganó un amplio reconocimiento en el extranjero como uno de los drones de última generación más mortíferos del arsenal ruso, una nueva plataforma de drones suicidas conocida como Scalpel —o bisturí en español— está ganando adeptos.
El Scalpel, que entró en producción en serie a pequeña escala este otoño y fue desplegado por primera vez en combate a principios de noviembre, fue diseñado por la Oficina de Diseño Vostok, con la sede en Riazán, y se caracteriza por ser una alternativa de menor costo a los drones de la serie Lancet.
Con el característico doble ala-X de los Lancet anteriores a Izdeliye-53, pero distinguible por su fuselaje hexagonal en forma de lápiz en lugar del fuselaje liso y redondeado de los Lancet, el Scalpel tiene un precio de solo 300.000 rublos (unos 3.300 dólares) por unidad, frente a los aproximadamente 20.000-30.000 dólares de un Lancet, dependiendo del modelo.
El Scalpel tiene una capacidad de carga útil de hasta 5 kg, un peso de despegue de 10,5 kg, una velocidad de crucero de hasta 120 km/h y una autonomía de vuelo de 40 km.
"Las reacciones de los operadores han sido mayoritariamente positivas. El aparato se maneja bien, es muy obediente, estable durante la picada y fácil de apuntar. Las tropas también destacan la facilidad con la que se puede preparar el dron para un vuelo", declaró una fuente de la Oficina de Diseño de Vostok a los medios rusos a principios de noviembre.
El menor costo implica recortar gastos, incluido un canal de radio inferior que es menos resistente a las interferencias. Aun así, en medio de la menguante disposición de la OTAN a seguir financiando la guerra por poderes contra Rusia en Ucrania, el despliegue de grandes cantidades de drones Scalpel económicos en el campo de batalla podría demostrar la máxima de que "la cantidad tiene calidad propia".
Además, las mejoras de "los Lancets economicos" ya están en marcha, e incluyen planes para dotar a los drones de un nuevo sistema de adquisición de objetivos asistido por cámara, una catapulta de lanzamiento mejorada y un canal de control resistente a las interferencias.
La navaja análoga de China
Rusia no es el único adversario de la OTAN que avanza a pasos agigantados en el desarrollo de aviones no tripulados. A finales de noviembre, los medios de comunicación chinos publicaron imágenes de las pruebas del XS101, un nuevo dron kamikaze de fabricación nacional que se espera que mejore drásticamente las capacidades del Ejército Popular de Liberación basadas en drones.
La munición merodeadora en miniatura, que parece contar con el mismo diseño de doble par de alas accionadas por resorte que los drones suicidas estadounidenses Switchblade 300, se podía ver siendo arrojada desde un lanzador similar a su homólogo de EEUU, y al parecer está siendo desarrollada por Beijing Angfei Technology Co.
Las imágenes de prueba mostraban al dron atacando su objetivo de frente, con el UAV presumiblemente equipado con capacidad de navegación autónoma, lo que significa que no es necesaria la guía humana continua.
No se dispone de más información sobre el dron, como su alcance, carga útil y otros detalles, pero sí se parece en algo a su homólogo estadounidense.
Se espera que el XS101 se convierta en una alternativa eficaz y portátil de apoyo aéreo cercano contra concentraciones de tropas enemigas, vehículos ligeros y edificios, lo bastante ligero como para llevarlo en una mochila. A su vez, el Switchblade 300 pesa 2,7 kg, tiene un alcance operativo de 10 km o una autonomía de vuelo de hasta 20 minutos, y una velocidad de vuelo de entre 101 y 160 km/h.
El Shahin-1 iraní
Otro dron de vanguardia digno de figurar en esta lista es el Shahin-1, una nueva munición de merodeo de fabricación iraní presentada en una ceremonia a la que asistieron los altos mandos de la República Islámica a bordo del helipuerto del nuevo destructor iraní Deylaman, de producción totalmente doméstica.
El Shahin-1 cuenta con un diseño único de doble ala, bajo el fuselaje y sobre el fuselaje, se basa en un sistema de lanzamiento en forma de un contenedor y, al igual que muchos UAVs iraníes, está concebido como una plataforma de combate universal, con capacidad para desplegarse desde sistemas navales y terrestres.
Esa munición parece tener una filosofía de diseño similar a la de los drones iraníes de ala plegable de las series Sina y Meraj-521, pero en una versión mejorada. Los informes sugieren que el dron incluye capacidades de pilotaje a distancia y de designación y ataque autónomos de objetivos. Los iraníes no revelaron el alcance ni las características de la carga útil del UAV, salvo que sus misiones incluirán la detección de enemigos y misiones de ataque.
Qods Mohajer-10: el dron de ataque pesado y de largo alcance de Irán
Otro diseño de dron de fabricación iraní digno de mención en esta lista es el Qods Mohajer-10, un UAV polivalente de reconocimiento, ataque, guerra electrónica y superioridad de espectro completo presentado en agosto.
Este dron de gran tamaño y largo alcance tiene una autonomía operativa de hasta 2.000 km, un techo de vuelo de 7 km, una velocidad máxima de hasta 210 km por hora, una autonomía de 24 horas y capacidad para transportar una carga útil de hasta 300 kg, consistente en misiles y bombas o equipos para operaciones de vigilancia y guerra electrónica.
El Mohajer-10 mide 6,5 metros de largo, 4,2 metros de alto y tiene una envergadura de 18,2 metros, lo que lo convierte básicamente en un sustituto de un avión. El Mohajer-10 es la última incorporación a la tradicionalmente fuerte industria nacional de drones de Irán, y nació unos 38 años después de la creación del Mohajer-1, un dron monomotor utilizado para operaciones de reconocimiento táctico durante la guerra entre Irán e Irak.
Resumen: se pone el sol en el dominio estadounidense de los drones
La capacidad de Rusia, China e Irán para producir modernos drones de combate, desde pequeños vehículos no tripulados transportados en mochilas hasta análogos de los más grandes modelos de la Fuerza Aérea estadounidense, demuestra que el monopolio virtual que el Pentágono disfrutó en el departamento de máquinas de matar autónomas durante las décadas de 2000 y 2010 ha terminado, y que el futuro de la guerra moderna incluirá inevitablemente una dependencia cada vez mayor de los UAVs.
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