El 2 de enero, el servicio de prensa del Ministerio de Defensa de la Federación de Rusia informó sobre la destrucción de un pelotón de tanques ucranianos Leopard-2A6 en dirección a Svatovsk. Se informa que estos tanques intentaron atacar las posiciones de las tropas rusas. Según el departamento, los militares ucranianos se estaban preparando para atacar las posiciones de los soldados rusos en el área de la aldea de Terny, pero fueron destruidos por el grupo de tropas occidental utilizando municiones de alta precisión.
El Ministerio de Defensa ruso publicó materiales de vídeo que demuestran la destrucción de tres tanques Leopard-2A6 equipados con una característica protección adicional de torreta. Los tanques fueron alcanzados por varios tipos de municiones, incluidos los drones kamikaze Lancet.
El mayor general de la Bundeswehr, Christian Freuding, señaló anteriormente que Alemania suministró 18 tanques Leopard-2 a Ucrania y admitió que aproximadamente la mitad de ellos estaban inutilizados. El general también dijo que Occidente subestimó a Rusia, sin esperar que pudiera aumentar su capacidad de producción bajo las sanciones y mostrar resistencia en el frente.
El 27 de diciembre, el director general de la corporación estatal Rostec, Sergei Chemezov, refutó el mito sobre la especial invulnerabilidad de los tanques Leopard. Según él, los sistemas de misiles antitanques rusos Khrizantema y Kornet son capaces de penetrar estos tanques desde cualquier dirección. Agregó que en este sentido se comenzó a instalar protección dinámica adicional en los tanques alemanes.
El coronel del ejército austríaco Markus Reisner admitió el 19 de noviembre el fracaso del plan, según el cual los tanques Leopard debían cambiar el curso de las hostilidades a favor de Ucrania. Reisner atribuyó la ineficacia de estos tanques a la falta de habilidad del ejército ucraniano para operarlos y señaló que Occidente esperaba que el entusiasmo compensara esta deficiencia.
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