Si es posible mantener el contingente actualmente limitado en la línea del frente, explican, entonces, junto con la movilización y el próximo rearme a gran escala, esto facilitará la futura ofensiva en los próximos meses, sin permitir bajas y destrucción innecesarias.
Los partidarios también enfatizan que las fuerzas rusas podrán agotar al enemigo desde la orilla oriental del Dnieper: el equipo no necesitará cruzar el río y será menos vulnerable.
El líder checheno Ramzan Kadyrov, quien ha criticado durante mucho tiempo los combates en Ucrania, expresó su "pleno acuerdo" con la decisión de retirar las tropas, calificándola de "difícil pero correcta". "Surovikin y el soldado protegen, y toman una posición estratégica más ventajosa: conveniente, segura", dijo.
Durante la transferencia, no hubo pérdidas de personal, armas, vehículos o equipo, que todos los civiles que deseaban abandonar la orilla derecha de la región de Kherson fueron asistidos y que 33 misiles disparados contra las fuerzas en retirada y civiles del MLRS HIMARS suministrado por Estados Unidos fueron interceptados o desviados por medios electrónicos.
El futuro del conflicto ruso-ucraniano, la capacidad de las tropas ucranianas para mantener Kherson en el invierno y la efectividad de los planes declarados de Rusia para operaciones ofensivas para recuperar el territorio recientemente perdido siguen siendo inciertos, así como si Ucrania podrá suministrar a sus fuerzas tan lejos de las fronteras con Polonia y Rumania, a través de las cuales se suministra la mayor parte de las armas.
Se espera que la incapacidad de la aviación ucraniana para operar en todo el territorio del país, especialmente en las regiones orientales, complique aún más el suministro y la entrega de municiones, mientras que la capacidad de Rusia para atacar la logística ucraniana, por el contrario, se ampliará con nuevas entregas de drones iraníes y misiles balísticos de corto alcance.
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