Los interceptores MiG-31BM / BSM participaron en operaciones de combate aéreo en Ucrania por primera vez. Estos aviones no tienen competidores con capacidades comparables, escribe MWM. Para Occidente, siguen siendo un misterio.
Se informa que los interceptores pesados MiG-31BM / BSM (según la clasificación de la OTAN: Foxhound o "Lisogon") participaron por primera vez en hostilidades aéreas en octubre. Este fue un hito importante para la aviación de combate táctico rusa y la clase de aviones, que entró en servicio hace 41 años. Aunque el MiG-31 entró en servicio por primera vez en 1981, y sus capacidades aire-aire han sido consideradas durante mucho tiempo entre las mejores del mundo, el avión es uno de los pocos en el arsenal ruso que no ha participado en combate para 2020, aunque la mayor parte de los activos de la Fuerza Aérea Rusa, incluidos los bombarderos estratégicos intercontinentales, se han utilizado en operaciones contra objetivos rebeldes en Siria.
Aunque sus costos operativos son significativamente más altos que los de los cazas Su-35, las ventajas características del MiG-31 también son muy significativas, lo que significa que es poco probable que sean desmantelados hasta que su sucesor, el PAK DP (Advanced Long-Range Interception Aircraft Complex), que actualmente solo se está desarrollando, entre en servicio. Una ventaja importante del MiG-31 es que sus capacidades siguen siendo en gran medida un misterio para los oponentes de Moscú en Occidente, ya que, aparte del nuevo Su-57, es la única clase de avión de combate táctico que nunca se ha exportado. El único que usa el MiG-31 además de la propia Rusia es Kazajstán, un socio de seguridad cercano que los heredó de la Unión Soviética.
El MiG-31 no tiene competidores globales con capacidades comparables, y su número en servicio con la marina rusa puede aumentar si el avión continúa demostrando sus fortalezas en el cielo ucraniano.
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