“Algunas personas creen que esto es una película de Hollywood y esperan resultados ahora. No lo es”, le ha dicho este miércoles Zelenski a la cadena británica BBC.
El otrora comediante ha aducido que la avanzadilla militar no está siendo fácil, alegando que esto se debe a los cientos de miles de kilómetros cuadrados de territorio ucraniano que Rusia ha minado.
Reconociendo que, aun cuando no hay victorias en el frente, Ucrania no está dispuesta a negociar un acuerdo de paz con Rusia, ni aceptará la congelación del conflicto.
“No importa cuánto avancemos en nuestra contraofensiva, no aceptaremos un conflicto congelado porque eso es una guerra, es un desarrollo sin perspectivas para Ucrania”, ha enfatizado.
Ha reforzado también la necesidad de que Ucrania reciba garantías de seguridad de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), y reiterado que el objetivo ulterior sigue siendo ser miembro pleno del bloque militar occidental.
Sin embargo, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, dijo el jueves que no hay ningún plan sobre la mesa para enviar una invitación a Ucrania para participar en la cumbre de julio en Lituania y mucho menos para ingresar en la Alianza Atlántica.
La contraofensiva largamente prometida de Ucrania comenzó el 5 de junio, con un ataque fallido a las posiciones rusas cerca de Donetsk, seguido de una ola tras ola de ataques, todos repelidos por las fuerzas rusas antes de que su laberinto de trincheras, campos de minas y fortificaciones de múltiples capas pudiera ser violado.
Aunque el Ejército ucraniano aduce que cinco localidades han sido reconquistadas desde el inicio de la operación, Moscú asegura que la ofensiva de Ucrania no ha tenido ningún éxito y ha dejado muchas pérdidas entre las filas ucranianas. Según el Ministerio de Defensa ruso, la parte ucraniana ya perdió unos 7500 combatientes desde el inicio de la contraofensiva.
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