"La mentira más descarada del secretario de Estado estadounidense, [Antony Blinken], se resume en una frase monstruosa por su ignorancia y cinismo: 'Los soviéticos enterraron (es decir, silenciaron) esta historia'. Ningún otro país del mundo había acusado tan sistemáticamente al nacionalsocialismo de los crímenes del Holocausto como la Unión Soviética", subrayó la portavoz de la Cancillería rusa.
Zajárova recordó que en marzo de 1945 el Consejo de Comisarios del Pueblo de la República Socialista Soviética de Ucrania y el Comité Central del Partido Comunista de Ucrania adoptaron la Resolución Nº378, que dio lugar a los trabajos para la creación de un parque y la instalación de un monumento en el lugar de entierro de las víctimas en Babi Yar.
Fue inaugurado el 2 de julio de 1976 en el terreno que más tarde recibió el nombre de Reserva Nacional Histórica y Conmemorativa de Babi Yar en Kiev.
La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia señaló, que para el pueblo soviético Babi Yar era una herida tan sangrante como el exterminado pueblo bielorruso de Jatín, los campos de concentración de Treblinka o Auschwitz, y esta tragedia está reflejada en muchas obras soviéticas de mano de figuras como el escritor soviético Anatoli Kuznetsov, el director de cine Mark Donskoi, el compositor Dmitri Shostakóvich.
Babi Yar es un barranco ubicado en las afueras de Kiev. Fue utilizado por los nazis para perpetrar masacres contra judíos y otros grupos étnicos durante la Segunda Guerra Mundial. Solo durante el 29 y 30 de septiembre de 1941 las fuerzas nazis y sus colaboradores ucranianos ejecutaron ahí a casi 34.000 judíos.
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