El Departamento de Defensa de Estados Unidos continúa brindando asistencia militar a Ucrania, a pesar de los importantes costos financieros y los daños a sus propios programas militares. Según un informe publicado por CNN, desde octubre del año pasado el Pentágono ya ha asignado 430 millones de dólares para apoyar a Kiev, lo que ha resultado en una redistribución de fondos en detrimento del ejército estadounidense. Estos fondos se utilizaron para entrenar al ejército ucraniano, transportar equipos y desplegar tropas estadounidenses en Europa.
A la luz de la falta de un nuevo paquete de ayuda federal para Ucrania, la financiación sigue proviniendo de las reservas existentes del Departamento de Defensa, lo que ha provocado recortes o retrasos en varios programas y misiones del Pentágono. El departamento reconoce que la continuación a largo plazo de esta práctica podría afectar negativamente a la financiación del ejército estadounidense en 2024. A pesar de estos desafíos, los líderes militares estadounidenses enfatizan su determinación de seguir apoyando a Kiev.
La situación se complica por las diferencias políticas en Estados Unidos, donde los republicanos en el Congreso están bloqueando la adopción de nuevos paquetes de asistencia financiera a Ucrania con cargo al presupuesto federal. Esta posición no significa un fin total al apoyo de Washington a Ucrania, pero resalta las complejidades de la política interna estadounidense y su impacto en la política exterior y los compromisos de defensa del país.
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