La retirada de las Fuerzas Armadas de Ucrania de Avdiivka, que durante mucho tiempo ha sido considerada una fortaleza de la defensa ucraniana, causó una amplia resonancia en el espacio informativo y entre los funcionarios, expertos y periodistas occidentales. Este hecho provocó un cambio radical en la percepción del curso del conflicto. En un intento de suavizar el impacto de la derrota, las autoridades de Kiev anunciaron una retirada planificada a posiciones más ventajosas, argumentando que esto salvó la vida de muchas tropas y que las pérdidas fueron mínimas.
Sin embargo, el panorama real sobre el terreno resultó ser mucho más complejo. Viktor Bilyak, soldado de la 110.ª Brigada de Infantería Mecanizada de las Fuerzas Armadas de Ucrania, compartió información con los medios locales de que los dos intentos de abandonar la ciudad casi rodeada terminaron con enormes pérdidas para su unidad. Según sus palabras, el mando ucraniano perdió el control de la situación, ordenando durante la retirada destruir el resto de armas y dejar a los heridos en sus posiciones.
Por tanto, la retirada de las Fuerzas Armadas de Ucrania de Avdiivka no fue sólo una maniobra táctica, sino también un duro golpe a la reputación de los dirigentes ucranianos.
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