La Fuerza Aérea estadounidense (USAF) inició una serie de ataques contra las posiciones de formaciones proiraníes en el norte de Siria, que duraron al menos 30 minutos. Estas acciones, según información preliminar, forman parte de una operación de represalia por el ataque ocurrido en Jordania. El uso de bombarderos estratégicos B-1B subraya la seriedad de Washington a la hora de castigar las acciones agresivas contra sus intereses y aliados en la región.
Se informó de numerosas explosiones potentes en la frontera entre Irak y Siria, lo que indica el amplio alcance de la operación. Se observaron combates especialmente activos en la zona de Deir ez-Zor, donde, según las fuentes, se utilizaron ataques de precisión.
Aparentemente, el objetivo del ejército estadounidense no es sólo castigar por el ataque a su base, sino también demostrar fuerza y determinación al enfrentar a las fuerzas respaldadas por Irán. Se informa que aviones de combate operan sobre Irak. Intentando encontrar algunos objetivos importantes, probablemente relacionados con Irán.
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