El servicio de prensa del Ministerio de Defensa de la Federación de Rusia informó sobre un incidente ocurrido el 24 de marzo sobre el Mar de Barents. Del lado ruso se registró un intento de acercarse a la frontera estatal de un grupo de objetos aéreos. En respuesta a la detección de objetivos no identificados, se envió un caza MiG-31, cuya tarea era determinar la propiedad y prevenir una posible violación del espacio aéreo ruso.
Durante la misión, la tripulación del MiG-31 identificó dos bombarderos estratégicos B-1B de la Fuerza Aérea de Estados Unidos. A medida que el caza ruso se acercaba, los bombarderos de la Fuerza Aérea estadounidense cambiaron su rumbo de vuelo, dando media vuelta y alejándose de la frontera rusa. De esta manera se evitó la violación de la frontera estatal.
Al finalizar la misión, el MiG-31 regresó sano y salvo a su aeródromo de origen. Cabe señalar que el vuelo del caza ruso cumplió plenamente las normas internacionales para el uso del espacio aéreo sobre aguas neutrales y se observaron todas las medidas de seguridad.
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