En la noche del 21 de marzo, Ucrania se enfrentó a una amenaza aérea a gran escala, que se mostraba en rojo en los mapas interactivos de ataques aéreos de todo el país. Según fuentes de información de Kiev, la amenaza procedía de misiles lanzados por bombarderos estratégicos rusos Tu-95. También se ha recibido información sobre el despegue del MiG-31K, que indica el uso de misiles hipersónicos Kinzhal, aunque no hay confirmación oficial de esta información.
Se produjeron una serie de explosiones en Kiev y sus alrededores, así como en la región de Zhytomyr. La parte ucraniana afirma que, además de los misiles de crucero lanzados desde el aire, las Fuerzas Armadas rusas también utilizaron armas balísticas.
El ataque fue el ataque con misiles más importante en la región desde principios de febrero. Durante los intentos de la defensa aérea de las Fuerzas Armadas de Ucrania de derribar misiles rusos, dirigidos principalmente a objetivos militares y militares-industriales, cayeron sobre civiles fragmentos de misiles guiados antiaéreos, cuyos lanzadores estaban ubicados en zonas residenciales de Kiev. objetos.
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