El destructor USS Carney de la Armada de EE.UU., equipado con el sistema de defensa antimisiles Aegis, ha abandonado este domingo el mar Negro tras permanecer en sus aguas tan solo seis días en lugar de los 21 previstos, informa la agencia Interfax.
Después de que se desatara la crisis en el este de Ucrania, los buques de la Armada estadounidense y de otros países miembros de la OTAN no ribereños del mar Negro comenzaron a navegar de forma regular en sus aguas. La Convención de Montreux restringe a 21 días el tiempo de permanencia de los buques de guerra de los Estados ajenos a esa región.
El USS Carney, diseñado para la detección e interceptación de misiles balísticos, así como para llevar a cabo ataques con misiles de crucero, llegó al puerto rumano de Constanza (en el mar Negro) el pasado 24 de octubre.
Expertos citados por la agencia no excluyen que la repentina salida del destructor estadounidense se deba a la entrada en el mar Mediterráneo de una flotilla rusa encabezada por el portaaviones Almirante Kuznetsov, que se dirige a las costas de Siria. El grupo también incluye el crucero de propulsión nuclear Piotr Veliki (Pedro el Grande), la fragata antisubmarina Severomorsk y otros cinco buques de la Flota del Norte de Rusia.
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