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lunes, 5 de enero de 2015

Normalistas habrían sido incinerados en crematorios del Ejército



Luego de haber calificado como “una fantasía” la versión de la PGR respecto a la supuesta incineración de los cuerpos de los normalistas de Ayotzinapa en un basurero de Cocula, Guerrero, los investigadores Jorge Antonio Montemayor Aldrete, del Instituto de Física de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y Pablo Ugalde Vélez, de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), ahora plantean una hipótesis más factible: si es que hubo quema de cuerpos, ésta probablemente se dio en crematorios del Ejército y privados.

Como ya habían explicado antes, para que 43 personas pudieran ser calcinadas al aire libre se necesitarían alrededor de 33 toneladas de troncos de árboles de unas cuatro pulgadas de diámetro o 995 llantas de automóviles… y como parece no ser lo que ocurrió, posiblemente se hizo uso de instalaciones especializadas, sugiere Montemayor Aldrete:


“La hipótesis es bastante probable porque los estudiantes pueden haber sido incinerados en crematorios modernos del Ejército o de empresas privadas, con instalaciones suficientemente grandes y con morgue (depósito de cadáveres).”



Para verificar la actividad de los crematorios militares, los investigadores recurrirán a los registros de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) para ver si de casualidad en las fechas entre el 26 y 28 de septiembre –fechas en las que pudo darse la cremación de los cuerpos- no existe algún aumento en el gasto de combustible…

Pero como el acceso a la información luce difícil, los académicos ya tienen contempladas solicitudes de datos a las compañías que entregan gas a los campos militares: “Por el lado fiscal, la empresa que vende gas tiene obligación de decir a quién, cuándo y qué cantidad vendió y obligación por cinco años de retener esa información para Hacienda.”



Para sacar bien las cuentas, el doctor Montemayor explica que según un estudio del departamento de sustentabilidad, medio ambiente, agua, población y comunidades del gobierno de Australia, para realizar una cremación humana se requiere de 53.285 kilogramos de fluido, “eso significaría que ningún otro cadáver se cremaría allí. Además, implicaría un control que sólo podría ejercer el Estado sobre la crematoría privada, algo muy poco probable. Es más factible el horno del Ejército”.

Por el rumbo que toman sus hipótesis, Montemayor comenta que ha recibido amenazas telefónicas; sin embargo, en caso de ser víctima de alguna agresión, él ya ha puesto los documentos de su trabajo en manos indicadas para que la investigación continúe: “¿Quién me está vigilando y amenazando? ¿El Ejército?, ¿el Cisen? Los documentos los entregamos con firmas para que aun en caso de que me quieran hacer resbalar con una cáscara de plomo, de cualquier forma el asunto siga adelante”.

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