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martes, 7 de abril de 2015

ORDENADORES CUÁNTICOS: EL ARMA TOTAL

Tanto el Gobierno estadounidense como el chino están gastando ingentes cantidades de dinero para construir un ordenador cuántico antes que su rival, pues esta máquina sería capaz de romper cualquier sistema de encriptación en unos segundos. Por tanto, el primero en fabricar una de estas computadoras –un artilugio que operaría teniendo en cuenta los sorprendentes principios del mundo subatómico– podría acceder a todos los secretos del otro a golpe de click…





El 9 de junio de 2013, el diario londinense The Guardian y el estadounidense The Washington Post publicaban sendas entrevistas que cayeron como un jarro de agua fría en las agencias de inteligencia y en los despachos gubernamentales, además de sembrar el estupor en la opinión pública. El protagonista, Edward Snowden, un joven que trabajaba como técnico y analista de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA por sus siglas en inglés) de EE UU. Snowden filtró a ambos diarios documentos que demostraban la existencia de una compleja red de espionaje masivo controlada por la inteligencia estadounidense, destapando una realidad que hasta entonces todos los gobiernos negaban: estamos inmersos en una guerra silenciosa, una ciberguerra en la que el ciudadano medio es un inconsciente actor en manos de estamentos gubernamentales, militares y servicios secretos.

Ahora bien, los documentos de Snowden ponen de relieve que esta guerra secreta está a punto de alcanzar un nivel sólo comparable al de las obras más atrevidas de ciencia-ficción. Y es que tanto EE UU como China libran una feroz carrera para construir el primer ordenador cuántico de la historia, una verdadera revolución tecnológica que dará lugar a un nuevo paradigma en el mundo de la computación. Esta máquina, dotada con una potencia de cálculo impensable hoy en día, sería capaz de romper cualquier sistema de seguridad actual y de capturar toda contraseña –incluidas, claro está, las de bancos e instituciones científicas y gubernamentales– en cuestión de minutos mediante un algoritmo, un método de cálculo que lleva el nombre de su desarrollador: el matemático Peter Shor. En definitiva, un ordenador cuántico podría descifrar todas las formas de codificación, incluso las de más alta seguridad, que se emplean para proteger secretos de Estado, transacciones financieras e información médica y de negocios. Además, tendría la capacidad de buscar información en bases de datos a velocidades inimaginables actualmente.

LO MÁS CERCANO A LA MAGIA

Pero, ¿cómo funciona un ordenador cuántico? Durante décadas, los componentes básicos de una computadora han ido reduciendo su tamaño hasta límites asombrosos. Sin embargo, cuando dichas piezas alcanzan escalas infinitesimales dejan de funcionar correctamente, ya que los electrones sufren el denominado efecto túnel, uno de los fenómenos más curiosos y misteriosos de la física cuántica… (Continúa en AÑO/CERO 288).   FUENTE

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