“Turquía se arrepentirá más de una vez de lo que ha hecho”, ha recalcado el mandatario ruso durante un discurso ofrecido en la Asamblea Federal de Rusia.
El Ejército turco derribó el pasado 24 de noviembre un avión alegando que el aparato violó su espacio aéreo, lo que niega enérgicamente Moscú.
En su alocución en la que ha abordado los principales temas de actualidad, Putin ha afirmado que Rusia va a recordar constantemente a los turcos lo cometido, repitiendo, sin embargo, que “se arrepentirán más de una vez”.
El dignatario ruso ha prometido, de hecho, los actos de represalia por parte de Rusia en respuesta a lo ocurrido, al mismo tiempo que ha dejado en claro que “no vamos a blandir las armas”.
Sin embargo, ha afirmado que la venganza no se acabará con las sanciones agrícolas o restricciones en el ámbito de la construcción, entre otros, porque no equivale a este “infame crimen de guerra; el asesinato de nuestra gente”.
“No olvidaremos jamás (...) a quienes dispararon por la espalda a nuestros pilotos (…) No entiendo por qué hicieron esto (…) No nos olvidaremos de esta complicidad con los terroristas”, ha enfatizado el jefe de Estado ruso.
El presidente Putin ha ratificado que la Federación Rusa está al tanto de “quién se está llenando los bolsillos en Turquía”, agregando que estos son los mismos que permiten a los terroristas ganar dinero en la zona.
De cualquier manera, Putin ha señalado que Rusia es consciente de que “el pueblo turco es bueno, trabajador y talentoso” y allí Moscú tiene “viejos amigos fieles”, por lo que, explica, que no va comparar esta gente con “una parte de la cúpula gobernante que es la responsable directa de la muerte de nuestros militares en Siria”.
Desde el pasado 30 de septiembre y tras recibir la petición por escrita del presidente sirio, Bashar al-Asad, Rusia está llevando a cabo los bombardeos contra los grupos terroristas en Siria, brindando así apoyo aéreo que necesitan las fuerzas sirias en su lucha antiterrorista sobre el terreno.
Rusia ha enfatizado en reiteradas ocasiones que el derribo del caza ruso por la Aviación turca está relacionado con el apoyo de Ankara al grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe), ya que afirma que Turquía lo derribó para proteger los suministros petroleros de Daesh de los bombardeos de las Fuerzas Aeroespaciales de Rusia.
Ante estas afirmaciones y revelaciones sobre tratos petroleros ilegales con Daesh, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, prometió que dimitiría si se hallaban pruebas que así lo demostrasen. El miércoles ha reiterado su intención de dejar el cargo y ha insinuado que los que difunden tales “calumnias” deberían hacer lo mismo.
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