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jueves, 2 de junio de 2016

TRUMP VIAJARÁ A ISRAEL PARA MOSTRAR SU SUMISIÓN AL LOBBY JUDÍO…Y GARANTIZAR UN INMENSO NEGOCIO



Tal y como informa la web israelí Debkafile, Donald Trump, el más que posible nominado republicano a presidente de Estados Unidos, tiene previsto visitar Israel, unos días antes de la apertura de la convención del partido republicano en Cleveland, el 18 de julio, según han confirmado fuentes de Washington y Jerusalén. Aún queda por especificar las fechas exactas de la visita, las figuras públicas israelíes con las que se va a entrevistar y los sitios que va a visitar.

El momento del viaje está previsto que permita a Trump llegar a la sala de convenciones en Cleveland directamente desde Israel, con el objetivo de que coincidan con sus declaraciones de apoyo al Estado judío.



Asimismo, es previsible que Trump aproveche la visita a Israel y su inmediata llegada al congreso republicano, para garantizar que si llega a presidente, dará por terminado el acuerdo de cooperación militar secreta entre los EEUU e Irán, y que aprovechará también para advertir a Irán en contra de seguir desarrollando su programa nuclear y el desarrollo de misiles balísticos.

La visita a Israel está siendo programada por el encargado oficial de sus negocios y su asesor en asuntos israelíes, Jason Dov Greenblatt, un Judio ortodoxo de Nueva Jersey, y por Ron Dermer, el embajador de Israel en Washington.



Jason Dov Greenblatt

Trump ha cambiado de idea, evidentemente, desde diciembre de 2015, cuando anunció que tenía decidido posponer su viaje a Israel y programar una reunión con Netanyahu en una fecha posterior, después de convertirse en presidente de los EEUU.

En ese momento, había 16 pre-candidatos republicanos a la presidencia y muy pocos expertos de inteligencia israelíes imaginaron que el candidato Trump llegaría a ser el que desafiaría a Hillary Clinton.

Si la visita de Trump se hubiera producido entonces, habría consistido en no más que una foto estrechando la mano con Netanyahu. Sin embargo, su visita en julio, tendrá un impacto práctico muy superior.



Uno de los objetivos de Trump durante esta visita, sería demostrar la viabilidad de crear un muro entre los EEUU y México, para frenar el flujo de inmigrantes ilegales a los EEUU.

Trump pondrá la valla de 240 kilometros que Israel ha erigido a lo largo de su frontera con Egipto, como un buen ejemplo del muro que ha prometido construir durante la campaña.

El muro del Sinaí, construido en el año 2015, ha demostrado ser lo suficientemente impenetrable como para actuar como una barrera contra las intrusiones de yihadistas desde el Sinaí egipcio.



Una visita a este muro resultará esencial en la visita de Trump, junto con las explicaciones que recibirá por parte de los oficiales de alto rango de las Fuerzas de Defensa de Israel y una sesión de fotos con los soldados del Batallón Karakal que están defendiendo este muro.

También habrá una visita a la valla de seguridad que se extiende al norte, a lo largo de la frontera con Siria y el Líbano.

Estas visitas darán a Trump una oportunidad de exponer claramente su apoyo a Israel, y también le permitirán criticar la política del presidente Obama y de Hillary Clinton con respecto a lo que pasa más allá de la valla, en las guerras en Siria y en Irak en contra de Estado Islámico.



La visita también permitirá a Trump cargar contra el apoyo de Washington a las fuerzas iraníes que participan en estas guerras y denigrar la cooperación militar encubierta de Estados Unidos y de Irán en el conflicto sirio. Trump es consciente de que uno de los últimos objetivos de Obama antes de dejar el cargo, es impulsar la distensión entre Estados Unidos e Irán y convertirlo en uno de sus principales logros.



De hecho, después de sus visitas Kobe y Hiroshima en Japón, Obama se prepara para viajar a Teherán o a otro lugar, donde organizar una reunión con el presidente de Irán, Hassan Rouhani.

Durante la próxima visita del Trump a Israel, se prevé que el multimillonario declarará su intención de bloquear estos movimientos si accede a la Casa Blanca.

No en vano, parece que Trump es considerado una bendición por muchos judíos.

Tal y como encontramos en la web Plato’s Guns:

“Trump nos fue enviado por Dios”, dijo Michael Yigal Mimon, un ex oficial de inteligencia en el ejército israelí que con orgullo se cuenta entre un número creciente de seguidores de Donald Trump en Israel.

Al igual que Estados Unidos, Mimon dijo, Israel anhela un regreso a una política “purista” conservadora, a las políticas nacionales de defensa fuertes, y a la convicción de que Israel es una barrera clave contra la “toma de posesión musulmana” de Occidente.



“Obama decidió destruir la credibilidad de Estados Unidos con el fin de ayudar a sus amigos musulmanes, pero ahora estamos en presencia de una rebelión de las masas, las personas que sienten que están siendo dominadas o encerradas por la élite de la izquierda radical”, dijo Mimon.

Y aunque Trump no ha revelado su estrategia para Oriente Medio, ha expresado un “sano temor al Islam”



“La gente en Israel, si se la da a elegir entre Trump o Hillary Clinton, elegirían Trump”, sostiene Abe Katsman, un inmigrante estadounidense a Israel que trabaja con Republicanos en Israel. “Mientras que Bill Clinton tenía una reputación favorable en Israel, Hillary es vista como la responsable de las políticas impopulares de Obama“

Pues sí, por lo visto Donald Trump debe ser un anti-sistema y un peligro para las élites…pero en un universo paralelo.

Cada vez queda más claro que Trump está al pleno servicio del lobby judío norteamericano y la visita a Israel de este verano, si finalmente llega a producirse como está prevista, será una demostración clara y evidente de ello.



Pero hay un aspecto adicional que cabe destacarse en la visita prevista al muro de separación construido por Israel con Egipto: el inmenso negocio para las empresas de seguridad israelíes que representará la construcción del muro con México previsto por Trump.

Como indicamos en el artículo: EMPRESAS ISRAELÍES CONVIERTEN LA FRONTERA ENTRE MÉXICO Y EEUU EN UN INFIERNO , las empresas de seguridad israelíes ya obtienen en la actualidad enormes beneficios en la frontera entre EEUU y México y la llegada de Trump a la presidencia, apoyado por el lobby judío, garantiza que ese inmenso negocio se va a multiplicar aún mucho más.



Y es que no se trata solamente de la construcción de un simple muro, sino de la aplicación de técnicas carísimas de vigilancia de alta tecnología desarrolladas por empresas israelíes, y la contratación de miles de guardias fronterizos especializados, entrenados en y por Israel.

El muro previsto por Trump y la estricta política migratoria que pretende aplicar, implicarán la creación de un gran sistema federal de vigilancia, control y monitoreo que debería implantarse para deportar a todos los ilegales de EEUU.



Y ello va a significar un inmenso y suculento negocio para las empresas de seguridad, y más específicamente para las israelíes, cuya especialización en las técnicas de control, vigilancia y represión sobre los palestinos, aplicadas con eficiencia durante tantos años, las convierte en líderes en el sector de la seguridad y en las principales beneficiarias de las futuras políticas de Trump.

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