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viernes, 15 de febrero de 2019

Diez motivos y once consecuencias de la retirada de EEUU del acuerdo nuclear INF con Rusia

Dejé la mitad de mi vida en mis tierras persas, y cuando aterricé en esta península de acogida, entrañable plataforma de reclamo de pan y paz para todos, me puse a ejercer el desconcertante oficio de exiliado: conocer, aprender, admirar, transmitir, revelar y denunciar, estos últimos aprovechando las clases de la Universidad, los medios de comunicación y una docena de libros como 'Robaiyat de Omar Jayyam' (DVD ediciones, 2004), 'Kurdistán, el país inexistente' (Flor del viento, 2005), 'Irak, Afganistán e Irán, 40 respuestas al conflicto de Oriente Próximo' (Lengua de Trapo, 2007) y 'El Islam sin velo' (Bronce, 2009).

Vuelve el temor a un invierno nuclear: EEUU anuncia abandonar el Tratado sobre Armas Nucleares de Medio Alcance (INF) firmado con la Unión Soviética en 1987 tras años de negociaciones.

El INF:

Es la primera medida de control de armas nucleares y uno de los más exitoso en esta materia. No hay duda de que, el uso de dichas armas desencadenaría una respuesta nuclear estratégica, una guerra total, acabando la leyenda de la “guerra nuclear localizada”.

Acuerda, por primera vez, no limitar las armas nucleares sino destruirlas y prohíbe su producción o poseer misiles balísticos y de crucero con rangos entre 500 y 5.500 km. lanzados desde tierra. Se destruyeron unos 2.500 misiles.

Es el pilar de los siguientes acuerdos del control de armas firmados.

Benefició a EEUU, que aun sin estar al alcance de los misiles SS-20 soviéticos instalados en Bielorrusia, Checoslovaquia y Ucrania, por un lado, debilitaba a la URSS frente a China, por otro garantizaba la seguridad de sus aliados europeos. La URSS también se salvaba de la amenaza de los misiles Pershing y Cruise de EEUU estacionados en Bélgica, Italia y la RFA.

Ahora, ambas partes se acusan mutuamente de haber violado el tratado: Rusia se defiende alegando que la prueba de sus misiles crucero 9M729 caben dentro del tratado, y acusa a la OTAN de haber desplegado el lanzamisiles terrestre Mark-41en Europa, apuntando a Rusia. Washington afirma que este artefacto al no estar equipado con software de disparo es legal. Por cierto, INF “permite” lanzadores marines o espaciales.

“Seríamos víctimas de una agresión y llegaríamos al cielo como mártires“, ha sido la respuesta de Vladimir Putin: Rusia se abstiene de ser el primero en apretar el botón nuclear, pero los agresores “ni siquiera tendrían tiempo para arrepentirse“, en una aniquilación que no será mutua sino acabaría con buena parte de la humanidad. Moscú mientras suspenderá sus obligaciones en virtud del tratado, busca “soluciones” que salvarlo.

Moscú se ha quejado de que INF ha “perjudicado” a Rusia al no incluir a China, India y Pakistán, tres países nucleares con los que comparte la región, provocando un desequilibrio en la zona. A sus quejas se añaden la proliferación de una enorme flota de drones desplegados por EEUU en todo el planeta, que no están atados a ningún acuerdo internacional.

EEUU también considera que al no estar China en este acuerdo se ha convertido en una amenaza para su seguridad. Pero, lo cierto es que el arsenal nuclear chino cuenta con 178 ojivos, que es parecido al Reino Unido, menos que Francia (300), EEUU (7.000) y Rusia que posee unas 6.500. Los misiles de rango intermedio que ha desarrollado Beijín, como el Dongfeng-26 (apodado “asesino de portaviones”), no viola el derecho internacional, dejando este “derecho” mucho que desear. EEUU en represalia ha instalado un radar de alerta temprana en Japón para rastrearlos, ahorrándose el envío de portaviones. El principal país preocupado por las bombas nucleares chinas es India, y aun así no ha pedido a EEUU que rompa el INF.

En el abril de 2009, Barack Obama prometía que su país tomaría medidas concretas para limpiar el mundo de armas nucleares. Si hasta hoy, los sucesores de Reagan y Gorbachov han respetado el acuerdo, ¿por qué lo destruye Trump?

Detrás del humo

El regreso de John Bolton, el hombre belicista más peligroso del mundo, a la primera fila de la política de EEUU como Asesor de seguridad de Trump. Según él, los acuerdos internacionales de control de armas y no proliferación nuclear limitan la capacidad de acción de EEUU. Bolton, ya en 2011 propuso la salida de Washington del INF alegando el programa de misiles iraníes, y ha sido él uno de los promotores de la salida de Trump del acuerdo nuclear de Irán. Este hombre que planea enviar 5.000 soldados a Colombia para desestabilizar a Venezuela, ha estado presente en los tres golpes al sistema de estabilidad estratégica del mundo: 1) la salida de EEUU del Tratado de misiles antibalísticos en 2001, 2) su retirada del acuerdo nuclear con Irán en 2015, y ahora del NIF. Lo cierto es que EEUU no necesita instalar misiles de alcance intermedio en las proximidades de China, Irán o Corea del Norte: los puede bombardear con sus aviones y submarinos.

“Tenemos una enorme cantidad de dinero para que jueguen nuestros militares“, como si las bombas nucleares fuesen juguetes de niños uniformados. Invertir en la tecnología nuclear militar,beneficiando a las compañías de armas es el principal motivo de romper el INF. Trump les regalará unos 50.000 millones anuales en concepto de gastos por la renovación del arsenal nuclear entre 2019 y 2028. El presupuesto de defensa de este país equivale al conjunto de los siete países que le siguen, mientras cerca de 50 millones de sus ciudadanos viven por debajo del umbral de la pobreza.

Recuperar la “Guerra de las galaxias” de Ronald Reagan. El 17 de enero, Trump amenazó romper el Tratado sobre el Espacio Ultraterrestre del 1967 para la exploración y utilización del espacio con fines pacíficos, ratificado o firmado por 123 estados: “Mi próximo presupuesto invertirá en una tecnología de defensa de misiles basada en el espacio… debemos tener el dominio sobre espacio”, dijo; lo que significa establecer un escudo anti-misiles desde el espacio capaz de detectar la ruta de misiles balísticos y destruirlos en su trayectoria, e ingresar miles de millones de dólares en la cuenta de la industria aeroespacial, robándolos del bolsillo de los contribuyentes más pobres de EEUU y de Europa (¡será un proyecto de la OTAN!). Si el objetivo es acabar con una gran parte de la humanidad se puede hacer perfectamente desde los submarinos nucleares, y no hace falta ir al cielo para hacerlo.
La ignorancia de Trump respecto a este tipo de armas. El presidente, al que le parecen pocas las ojivas nucleares que posee su país, preguntó en 2017 al ya destituido secretario de Defensa Jim Mattis “por qué el Pentágono no había construido 30.000 ojivas” (¡podría haber dicho 50 o 100.000!). El general responde que por falta de presupuesto, y que además acabaría con los tratados mundiales control de las armas nucleares. Trump, para más inri, carece de la habilidad de Obama que en 2010 consiguió del Congreso la ratificación del START III, paralelo a sobornar a las compañías de armas con un programa de mil millones de dólares durante diez años destinado a levantar dos nuevas fábricas de bombas nucleares y nuevas ojivas, misiles, aviones y submarinos. EEUU ha sido el único país en utilizar bombas atómicas matando a al menos 200.000 personas en unos minutos, sin haber sido castigado por ello.

Abrir una brecha entre Rusia y China, como lo hizo Richard Nixon dividiendo China de la Unión Soviética, aunque al contrario de entonces, Moscú y Beijín hoy son como “Uña y carne” o como dicen los chinos “más cerca que los labios a los dientes”.

Aumentar la presión militar sobre China, ahora que no puede contener el avance tecnológico y comercial del Dragón Rojo. Así, le obliga a aumentar su gasto militar restándolo de sus inversiones en la alta tecnología o en el mega proyecto de la Nueva Ruta de la Seda, para así hundirle como potencia: la carrera armamentística fue uno de los motivos del fin de la URSS.

La obsesión de Trump por “renegociar” los tratados internacionales, por ser “malos” para EEUU. También pretende “renegociar” el START III (Tratado de Reducción de Armas Estratégicas) firmado en 2010 entre Barak Obama y Dimitri Medvedev. Por el momento ha salido del Acuerdo Nuclear de Irán, el de París o el NAFTA, y tampoco ha ofrecido alternativas al respecto. Por lo que su intención no es reformar el INF sino destruirlo.

El madman estadounidense piensa que puede ganar una guerra nuclear, por eso sale de los tratados que la previenen. Se trata de otra manifestación de la política del Trumpismo de acabar con la diplomacia.

Forzar a Corea del Norte a desnuclearizar.

Desarrollar e instalar misiles de crucero de alcance intermedio en Asia-Pacífico.

Posibles consecuencias

Aumentar el riesgo de guerra nuclear. Por primera vez desde 1972 no habrá ningún límite ni control sobre las fuerzas nucleares de EEUU y Rusia.

Poner en peligro la renovación del tratado Start III que expira en 2021. Hasta hoy, ambos países habían cumplido con el límite de 1.550 ojivas nucleares estratégicas desplegadas.
Un mayor deterioro en las relaciones de EEUU con China y Rusia.

Sacrificar a Europa ante los intereses de EEUU: De hecho, Federica Mogherini pide a ambas partes mantener el acuerdo, y Alemania tacha de “lamentable” la decisión de Trump. También una decena de senadores demócratas han presentado una ley para prohibir cualquier tipo de financiación de armas que rompa el INF.

Provocar más brechas entre EEUU y Europa. Ha sido Trump el responsable del colapso del INF, igual que del acuerdo nuclear con Irán (que parte de Europa intenta rescatar). ¿Realmente, EEUU tiene compromiso con la seguridad de Europa? Durante la “Crisis de euromisiles” en 1980, Reino Unido, República Federal de Alemania, los Países Bajos, Italia y Bélgica acordaron desplegar 572 armas nucleares de EEUU en su suelo. ¿Lo volverán a hacer hoy?

Empeorar las tensas relaciones de EEUU con Rusia y China.

India, Japón y los estados europeos no sólo serán objetivos de más misiles nucleares, sino que tendrán que destinar un mayor presupuesto para los gastos militares.

En Japón, se dará un impulso al militarismo nipón y también a sus exportaciones de submarinos nucleares; perjudicará a los intentos de Tokio y Beijing en mejorar sus relaciones, y reavivar el fuerte movimiento pacifista japonés contra las instalaciones militares de EEUU en Okinawa, Yokosuka, y Aomori.

Desatar una carrera nuclear en el resto de los países del mundo. Israel ya cuenta con al menos 100 ojivos, e Irán, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Egipto o Brasil podrán apuntarse a la carrera.
Acabar con la credibilidad de EEUU en las mesas de negociaciones con Corea del Norte, Irán, y otros países.

A pesar de que Trump afirma querer aumentar la seguridad de EEUU, lo que ha hecho es desmantelar la arquitectura de la seguridad internacional. En estos momentos, la probabilidad de alcanzar un tratado similar a INF es remota por no decir nula.

Que la humanidad nos hayamos salvado de una aniquilación nuclear no ha sido por nuestra inteligencia, sino por pura suerte.

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