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viernes, 5 de abril de 2019

Así es como Vladímir Putin se hace invisible para los satélites occidentales



Un informe recién publicado por C4ADS, una organización especializada en temas de seguridad, explica de qué manera Rusia es capaz de controlar las señales del GPS que reciben los satélites del sistema de posicionamiento global.

En particular, se trata de una técnica conocida como el 'spoofing' que consiste en varios procedimientos para volver locos a los sistemas de navegación. Según el informe, el primero de estos procedimientos es la "interferencia bruta".

Se trata de inundar con señales falsas las frecuencias usadas por los satélites para recibir información, haciendo que las señales reales se pierdan.

El segundo procedimiento es similar, pero se hace al revés: se inundan con señales falsas los recipientes terrestres.

Por último, está la posibilidad de proporcionar a los receptores información falsa sobre su ubicación. Por ejemplo, haciendo parecer que el celular de una persona está a decenas de kilómetros de su ubicación real.

Entre los usos más importantes del 'spoofing' está la defensa contra drones, que se pueden usar con fines malignos.

Un ejemplo de tal uso fue el atentado llevado a cabo contra el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro. En aquella ocasión se emplearon dos drones cargados de explosivos, que no alcanzaron al mandatario.

De acuerdo con el informe de C4ADS, Rusia es uno de los pioneros en este ámbito al emplear activamente los medios de lucha radioelectrónica para confundir al sistema de posicionamiento global estadounidense.

Por lo cual, no es sorprendente que los casos más prolíficos de 'spoofing' por parte de Rusia se observan cerca de las bases militares rusas, espacios aéreos sensibles y las ubicaciones del presidente ruso, se dice en el informe.

Un ejemplo de ello fue la inauguración del Puente de Crimea en 2018, donde estuvo presente el presidente de Rusia, Vladímir Putin.

Según el informe, los vehículos que lo acompañaban hicieron que los satélites creyeran que el puente estaba a 65 kilómetros de su ubicación real.

Con ello, el 'spoofing' practicado por los especialistas rusos fue tan potente que en el transcurso del año que duró la investigación 1.311 buques se perdieron en las aguas territoriales de Rusia.

Afortunadamente, los buques modernos no usan exclusivamente los sistemas GPS para la navegación, así que lograron encontrar el rumbo correcto sin percances.

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