En un reporte, la agencia Bloomberg señala que tuvo acceso a las facturas y los correos electrónicos que muestran hasta dónde llegan algunos comerciantes para disfrazar el origen del crudo venezolano, a fin de evitar las sanciones de EE.UU. y llevarlo a Asia, donde es requerido por las refinerías de China.
Conforme al medio estadounidense especializado en mercados y finanzas, entre las acciones para evitar la detección de los barcos en altamar y las restricciones estadounidenses, se incluyen las transferencias de barco a barco, empresas fantasmas y señales satelitales silenciadas.
Asimismo, menciona otras modalidades, como mezclar el contenido de los barriles con aditivos químicos y cambiar su nombre en la documentación para que puedan venderse como un producto completamente diferente sin dejar rastro de su procedencia.
Bloomberg recuerda que todos estos pasos para disfrazar el origen del crudo se deben a las posibles prohibiciones de Washington para que los compradores del petróleo venezolano no hagan negocios con empresas norteamericanas.
En un caso en concreto, la publicación hace alusión a cómo el pesado crudo cargado de Venezuela, tipo Hamaca, es transferido a otra embarcación y tratado con aditivos químicos frente a las costas de Singapur, para así salir al mercado como Singma Blend (Singapur Malaysia Blend), aunque químicamente fuesen casi lo mismo. “Dopar” el contenido de los barriles (‘doping’ en inglés), con estos aditivos químicos, permite cambiar el nombre de la carga en los documentos sin tener que mencionar el origen.
El texto explica que una compañía basada en Suiza, Swissoil Trading SA, hizo las transacciones que observó la agencia, en nombre de la mexicana Libre Abordo SA. Ambas empresas están sancionadas por EE.UU.
Washington sancionó en enero de 2019 a la empresa estatal Petróleos de Venezuela y desde entonces ha hecho distintos señalamientos a quienes aseguran han tratado con el sector petrolero venezolano.
El miércoles 20 de enero, el último día del mandato de la Administración estadounidense, presidida por Donald Trump, este último impuso una serie de sanciones contra individuos y compañías relacionados con este sector clave para la economía del país suramericano.
Con la asunción al poder en EE.UU. del demócrata Joe Biden, las exportaciones del petróleo venezolano pueden experimentar una reactivación limitada, adelanta Diego Moya-Ocampos, consultor de riesgo político de IHS Markit en Londres, citado por Bloomberg.
Aunque Venezuela es un país petrolero, las sanciones estadounidenses no han permitido a Caracas cubrir la demanda interna de hidrocarburos, por lo que Irán, en el marco de una alianza con la República Bolivariana, ha enviados varios buques cargados con barriles de gasolina y aditivos petroleros.
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