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viernes, 2 de abril de 2021

EEUU retira sus tropas del Golfo Pérsico, ¿da la espalda a Riad?

El presidente de EE.UU. ordena retirar parte del contingente militar desplegado en el Golfo Pérsico, en medio de fracasos de Arabia Saudí en la guerra contra Yemen.

El diario estadounidense The Wall Street Jornal ha informado este jueves que “el presidente [Joe] Biden ha ordenado al Pentágono (Departamento de Defensa de EE.UU.) que comience a retirar parte de sus capacidades militares y fuerzas de la región del Golfo Pérsico”.

El periódico ha detallado el retiro de portaviones, sistemas de vigilancia y al menos tres baterías de sistemas de defensa antimisiles Patriot de la región, incluida una en la base aérea Prince Sultán, en Arabia Saudí.

Conforme a funcionarios estadounidenses, citados por el diario, esta medida se ha tomado para responder a las necesidades militares de Washington en otras partes del mundo.

Asimismo, The Wall Street Jornal ha enfatizado que esta decisión se produce en momentos en que Arabia Saudí ha sido objeto de varios ataques con misiles y aviones no tripulados (drones) desde Yemen.

Entretanto, los aludidos funcionarios han dicho que, pese a que Washington busca proporcionar las capacidades de defensa que necesita Arabia Saudí, es posible que el país norteamericano considere una mayor reducción de sus tropas de la región de Asia Occidental.

Pues, la retirada de las baterías Patriot podría significar que miles de efectivos que ayudan a Arabia Saudí en la región abandonen la zona del Golfo Pérsico próximamente.

Con la llegada al poder de Biden, EE.UU. ha realizado algunos cambios de política importantes con respecto a Riad, como declarar el fin de su apoyo a las operaciones ofensivas de Arabia Saudí en Yemen.

Asimismo, el Gobierno de Biden reveló a finales de febrero el papel del príncipe heredero saudí, Muhamad bin Salman Al Saud, en el brutal asesinato del periodista opositor Jamal Khashoggi.

Todo esto ocurrió después de reabrirse el debate internacional sobre la necesidad de hacer frente a amplias violaciones de los derechos humanos por parte de la monarquía saudí.

Esto mientras que el expresidente de Estados Unidos Donald Trump, un aliado cercano de Bin Salman, rechazó, durante su mandato, publicar un informe sobre dicho crimen y, en su día, se jactó de “salvar” al príncipe saudí por el asesinato de Khashoggi.

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