Según informa la Casa Blanca, Biden ha promulgado una orden ejecutiva destinada a imponer nuevas sanciones contra los gasoductos rusos para exportación a través del bloqueo de inmuebles o intereses en inmuebles de entidades que participaron en la construcción del megaproyecto Nord Stream 2.
“La orden bloquea inmuebles y los intereses en esos inmuebles de extranjeros (…) por participar en ciertas actividades o proveer ciertos servicios para posibilitar la construcción del gasoducto Nord Stream 2, entre otros”, ha ordenado el mandatario estadounidense.
En particular, las medidas afectarán a una embarcación a y dos ciudadanos rusos relacionados con la construcción del proyecto, tal y como indica un informe al que ha tenido acceso Reuters.
Las nuevas sanciones llegan la misma jornada en que el presidente ruso, Vladimir Putin, se ha reunido con la canciller alemana, Angela Merkel, en Moscú, una cita constructiva para ambas partes donde han enfatizado en ampliar las cooperaciones bilaterales pese a divergencias.
¿Por qué EEUU se opone al avance de Nord Stream 2?
Nord Srtream 2, que es la segunda conexión de este tipo entre Rusia y Alemania —después de la inauguración de la primera en 2011—, tiene la capacidad de transportar unos 55 mil millones de metros cúbicos de gas al año.
La Casa Blanca se opone a dicho megaproyecto, afirmando que el gasoducto aumentaría la influencia de Rusia en Europa en un momento de creciente tensión entre ambas potencias. Rusia, a su vez, rechaza las presiones de EE.UU. y califica estas amenazas como un intento de obligar a los europeos a comprar gas licuado norteamericano.
Por otra parte, la oposición al Nord Stream 2 ha colocado a Alemania en un dilema diplomático, económico y con un trasfondo geopolítico, que viene a ser el motivo principal de la oposición estadounidense a la alianza germano-rusa que entraña el mencionado gasoducto.
El proyecto pone a Alemania como principal destinatario del gas ruso, pero cuya ramificación implica otros países europeos, que necesitan el gas ruso por la serie de ventajas frente al forzado ofrecimiento de gas licuado por parte de Estados Unidos, más costoso y contaminante frente a la decisión europea de cesar el uso de combustibles fósiles de aquí al año 2050.
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