Al final de la 17.ª cumbre trilateral de Astaná sobre Siria, los representantes de Irán, Rusia y Turquía —países garantes del proceso de paz en el país árabe—, en una declaración conjunta, han destacado este miércoles la necesidad de impulsar un proceso político estable y práctico, bajo la titularidad y liderazgo de Damasco y con la facilitación de las Naciones Unidas.
Las partes han urgido la necesidad de “eliminar los obstáculos y aumentar la asistencia humanitaria a todos los sirios en todo el país sin discriminación, politización ni condiciones previas”, señala el comunicado, que pide el apoyo de las Naciones Unidas y la comunidad internacional al pueblo sirio que vive una crisis humanitaria a raíz del conflicto armado, librado por grupos terroristas apoyados por Occidente.
Los tres países han expresado seria preocupación por la situación humanitaria en Siria, agravada por el impacto de la pandemia del coronavirus, causante de la COVID-19, y los embargos unilaterales impuestos por Estados Unidos y la Unión Europea (UE).
La nota rechaza categóricamente todas las sanciones impuestas al pueblo sirio y denuncia que las medidas coercitivas unilaterales violan el derecho internacional.
Asimismo, los países garantes han reafirmado su determinación de seguir luchando contra las actividades terroristas, en todas sus formas, que ocasionaron la pérdida de vidas de inocentes y el desplazamiento de los sirios, y al mismo tiempo han pedido el apoyo de la comunidad internacional a los refugiados sirios.
En cuanto a la zona de distensión en el noreste de Siria —establecida en septiembre de 2018 gracias a un acuerdo firmado por Turquía y Siria a fin de separar a los civiles del gran número de grupos terroristas que operan allí—, los tres países han coincidido en que lograr la seguridad y la estabilidad permanentes en esta región solo será posible si se mantiene la soberanía y la integridad territorial del país árabe.
Irán, Rusia y Turquía censuran ataques de Israel a Siria
Además, los tres garantes del proceso de paz en Siria han condenado los ataques israelíes al territorio sirio que violan, según la nota, el derecho internacional, la soberanía de Siria y de los países vecinos, así como amenazan la estabilidad y la seguridad de la región.
“El uso de aviones civiles por Israel para cubrir la agresión en territorio sirio es una violación flagrante de las normas internacionales y pone en peligro la vida de los civiles”, indica el texto y enfatiza que los tres países exigen al régimen de Tel Aviv que ponga fin a estos ataques.
El proceso de paz de Astaná (Kazajistán) es una iniciativa tripartita centrada en la búsqueda de una solución política a la crisis que vive Siria desde marzo de 2011 y el retorno de los refugiados.
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