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sábado, 2 de abril de 2022

¿Cómo responderá Rusia a una agresión de la OTAN en Ucrania? Armas rusas del juicio final

EE.UU. busca una guerra en el Dónbas, y no le importa a quien se lleve entre las patas, pero es muy claro su objetivo: atrapar a Rusia en una guerra desgastante e interminable, sin embrago, el presidente ruso, Vladimir Putin, acaba de declarar que, de suceder esa guerra, no habría vencedor, pues, ante todo, sería una guerra de exterminio mutuo.

Claro, el presidente ruso se refería a una guerra entre rusia y la OTAN, porque recordemos que son precisamente los países miembros de la OTAN, con EE.UU. a la cabeza, los que están instigando esta guerra haciendo declaraciones en el sentido de que intervendrán en favor de Ucrania, y cualquier intervención de la OTAN significaría una guerra entre ellos y la misma Rusia, lo que llevaría sin duda a una situación como la descrita por el presidente Putin.

Pero, ¿Cómo respondería rusia a una eventual intervención militar de la OTAN en favor de ucrania?

Para empezar, rusia ya está preparada para un eventual escenario como ese, desplegando al menos 100 mil tropas a la frontera con ucrania, tropas perfectamente pertrechadas y equipadas. Por otro lado, rusia también está haciendo algo similar en el caso de su aliado Bielorruso, pues este país ha afirmado, y confirmado, que intervendrá en favor de rusia en caso de un conflicto con ucrania, asegurando que responderá de igual modo que rusia ante cualquier agresión de la OTAN o de ucrania, de tal manera que ya el presidente Putin ha desplegado sus mejores armas ofensivas y defensivas en territorio bielorruso, armas tales como escuadrones de cazas Su-35, Su-34, Su-25 y bombarderos estratégicos Tu-160; asimismo, ha desplegado una fuerza de reacción rápida a territorio bielorruso, fuerza integrada por las fuerzas especiales rusas, fuerzas mejor conocidas como los Spetsnaz; pero también ha llevado a Bielorrusia sistemas antiaéreos S-400, S-300 y Pantsir-s; sistemas que en conjunto crearán un escudo protector sobre los cielos de Bielorrusia, y de la misma rusia, de tal manera que cualquier misil disparado desde territorio de ucrania, o cualquier otro país miembro de la OTAN, será interceptado y derribado en el acto. Además, en la península de Crimea se han desplegado sistemas antiaéreos iguales a los desplegados en Bielorrusia, pero, además, también en esa misma región se encuentra la famosa flota rusa del mar negro ubicada en el puerto de Sebastopol, flota que se ha reforzado con la incorporación de los más modernos buques de guerra de superficie y submarina con los que cuentan las fuerzas armadas de Rusia, tales como los submarinos nucleares de la clase Yasen-M, submarinos que pueden transportar misiles de crucero Kalibr y Onix, misiles que Son capaces de atacar objetivos tanto en tierra como en la superficie del mar y bajo el agua; además, ambos misiles también pueden transportar tanto ojivas convencionales, como nucleares; de tal manera que un solo misil de estos puede destruir por competo un portaviones, ya sea de EEUU, o del Reino Unido.

Asimismo, rusia tiene desplegados en la base naval de Sebastopol sus más nuevos submarinos de propulsión diésel eléctricos, los mismos que, dadas sus características, son prácticamente indetectables ante los más nuevos sistemas hidro acústicos del rival, de tal manera que puede pasar frente a las narices del enemigo y este ni cuenta se daría. Estos submarinos son los del proyecto 636.3 Varshavianka.

Pero también en la flota del mar negro están desplegados los nuevos submarinos nucleares Leopard; estos submarinos, del proyecto 971M, responden a todas las normas que deben cumplir los submarinos nucleares multipropósito de cuarta generación.

Además de los misiles Kalibr, el submarino Leopard también posee "avanzados equipos electrónicos y sistemas hidroacústicos", lo que lo hace muy difícil de detectar para el enemigo.

Pero estos misiles, y otros más, también están presentes en los buques de superficie de la Armada rusa, tales como las fragatas de los proyectos 11356 y 22350, fragatas que ya están equipadas con proyectiles de crucero Kalibr-NK.

Asimismo, los analistas militares creen que el crucero de misiles nuclear Almirante Najimov también porta misiles antibuque supersónicos Kalibr, asi como el misil hipersónico Tsirkon 3M22.

Por otro lado, ya se han desplazado varios buques de misiles de la clase Karakurt, se unirán así a los Buyan y Guepard, que ya cuentan con los Kalibr.

El terror de los océanos

Los submarinos diésel Rostov-na-Donu y Novorossiysk, de la Flota del Mar Negro, fueron los primeros que recibieron los proyectiles Kalibr-PL. El Rostov-na-Donu fue el primero que lanzó estos cohetes en Siria contra las posiciones de Daesh —autodenominado Estado Islámico, proscrito en Rusia y otros países—. A partir de ese momento tomó cuerpo la necesidad de instalar misiles de crucero en los submarinos de baja visibilidad.

Los Kalibr-PL pueden ser instalados en los sumergibles nucleares de la clase Antéi, concretamente 72 misiles por cada nave. También tienen cabida en los sofisticados submarinos nucleares polivalentes del proyecto 885 Yasen.

Estados Unidos y la OTAN todavía recuerdan cómo los submarinos rusos Schuka provocaron un zumbido nervioso al acercarse súbitamente a las costas estadounidenses.

En sus últimas versiones, los misiles Kalibr son subsónicos en casi toda su trayectoria (a muy pocos metros sobre nivel del mar, para entorpecer su interceptación) y a unos 3 Mach de velocidad en la parte final de aquella son capaces de realizar ataques de alta precisión al ser guiadas por el sistema de navegación vía satélite ruso GLONASS.

Pero además de estos movimientos militares audaces de rusia para enfrentar una posible guerra con la OTAN y ucrania, rusia también ha desplazado una importante fuerza naval a su puerto militar de Tartús, en Siria, esto con el fin de hacer frente a una guerra naval a gran escala en el mediterráneo. Siria, país donde rusia no solo posee una base naval, también posee varias bases aéreas, bases donde ha desplegado previamente una importante cantidad de aviones militares y sistemas antiaéreos, equipos que le serán de gran utilidad a la hora de hacer frente a una agresión de la OTAN, pues desde ahí puede vigilar con suma facilidad todos sus movimientos, ya sean navales, aéreos o terrestres, y no solo los puede observar, sino que también puede lanzar un ataque fulminante desde ahí en caso de ser necesario.

Entre las aeronaves que rusia tiene desplegadas en siria podemos contar con cazabombarderos Su-34, apodados “patito infernal, cazas de superioridad aérea Su-35s, cazas de ataque a tierra Su-25, helicópteros de ataque Ka-52, apodados alligator (lagarto, en español), helicópteros Mil Mi-28, apodados como cazador nocturno, situación que nos da una idea de sus extraordinarias capacidades, helicópteros Mi-8 de transporte de tropas y de ataque ligero, y helicópteros Kamov Ka-50, también conocidos como tiburón negro. En Siria Rusia también tiene desplegados cazas Su-24, los mismos que dejaron fuera de combate achicharrando sus sistemas electrónicos, en tres oportunidades diferentes, al destructor porta misiles de EEUU, el Donald Cook.

Toda esta capacidad aérea desplegada en siria ya la quisiera cualquier país que se considere a sí mismo una potencia militar, pues es mayor a la que poseen el 90% de los países en el mundo, sin embargo, solo es una fracción de la que posee rusia.

Las verdaderas joyas de la corona están en la misma rusia, pero están en alerta total ahora mismo, y entre ellas podemos mencionar a los interceptores supersónicos MiG-31, aviones que son capaces de interceptar a cualquier aeronave enemiga no importando su tipo, pues gracias al potente radar que llevan a bordo pueden detectar incluso a los aviones con capacidad furtiva, tales como los F-22 y F-35 estadounidenses. Pero además de esa capacidad anti-furtiva, también poseen el único misil antibuque hipersónico del mundo, es decir, el misil Kinzhal, misil que puede equipar tanto cabezas convencionales, como nucleares, y misil que puede, asimismo, alcanzar la velocidad de mach 10 y recorrer una distancia de hasta 2 mil kilómetros. Está demás decir que este misil es imbatible gracias a la asombrosa velocidad que alcanza, así como a su capacidad de maniobrar durante todo el vuelo. Un solo misil de estos, como en el caso de los Kalibr y Onix que portan los submarinos nucleares Yasen-M y Leopard, puede terminar por sí solo con toda una flota naval enemiga liderada por un portaviones; se entiende que en este caso estaríamos hablando que va equipado con una ojiva atómica táctica, pero si no fuera el caso, aún desarmado, su misma velocidad haría añicos el casco de un portaviones tan solo por el impacto, pues llevaría tanta energía cinética que su impacto haría un gran agujero en el castado del buque; ahora, sí llevará una ojiva convencional, el daño sería aún mayor, lo que llevaría sin duda al fondo del mar a cualquier buque, incluyendo a los portaviones.

Pero además del caza interceptor MiG-31, hay otro caza de rusia que puede llevar este poderoso misil Kinzhal, y ese no es otro que el caza furtivo de sexta generación, el Su-57; y si bien este avión no es tan veloz como el MiG-31, si tiene la ventaja de ser indetectable ante los radares y sistemas optoelectrónicos del enemigo, pues no olvidemos que este caza lleva furtividad tanto pasiva, como activa, lo que lo convierte virtualmente indetectable ante cualquier enemigo, pues ningún radar, ni ningún sensor optoelectrónico, lo pueden detectar gracias a sus sistemas de furtividad activa (generadores de plasma), caso contrario a los cazas furtivos de EEUU, pues estos solo disponen de furtividad pasiva, o lo que es lo mismo, recubrimientos especiales que absorben las ondas de radar, pero no al 100%, mientras que el caza ruso si lo puede hacer al 100% gracias a sus sistemas furtivos activos, pues no solo absorbe y desvía las ondas de radar, sino que también oculta las emisiones térmicas, lo que lo hace indetectable ante los sensores optoelectrónicos del rival. Y, es más, el F-22 ni siquiera dispone de estos sensores optoelectrónicos, llamados sensor IRST, mientras que el Su-57 no solo los posee, sino que además es inmune a ellos.

Pero además de estos misiles Kinzhal, se entiende que dentro del catálogo de rusia no sólo se encuentra este, sino que hay muchos otros tipos de misiles que igual pueden hundir portaviones, destruir búnkeres y acabar con enclaves estratégicos del enemigo, tales como los poderosos y ultra precisos misiles móviles Izkander-M, misiles que rusia ya tiene desplegados en Siria, Bielorrusia, el enclave de Kaliningrado y a lo largo de toda la frontera con Europa. Este es un misil que se transporta sobre una plataforma móvil, lo que lo hace prácticamente indetectable porque su mueven constantemente para ocultar su ubicación y, además, la preparación del misil para su lanzamiento solo lleva 5 minutos, y su recarga igualmente se realiza en tan solo 5 minutos; tiene un alcance de 500 kilómetros, oficialmente, pero según la OTAN, se puede adaptar para que su alcance sea de más de 1000 kilómetros efectivos, lo que cubriría prácticamente todo el territorio de la Europa continental.

Los misiles Kalibr que transportan los submarinos pueden alcanzar distancias de más de 3000 kilómetros en su versión nuclear, sin embargo, cabe señalar que estos son misiles de crucero de alta precisión, no misiles balísticos, que esos ya son otra cosa y sus alcances pueden superar fácilmente los 17 mil kilómetros.

Si hablo de los misiles Kalibr, Izkander-M y Onix es porque son los más adecuados para una guerra convencional relámpago, no para una guerra nuclear total, guerra donde sí se haría uso de los misiles balísticos, tales como el Hipersónico Sarmat, los Bulava y los Topol-M. Los misiles de crucero son más pequeños que los balísticos, bastante más pequeños, lo que permite su transporte en grandes cantidades en submarinos similares a los de la clase Yasen-M y Leopard, que serían precisamente los que intervendrían en un primer momento en una guerra entre la OTAN y Rusia.

Pero claro, rusia no solo se prepara para una guerra convencional, sino que también lo hace para una guerra nuclear, que sería la última fase a la que se podría escalar la contienda (y la última que se podría desear), pero conociendo a los gringos es muy probable que intentasen escalar el conflicto a esos niveles si ven que están perdiendo la guerra. Y es por eso que los submarinos de la clase Belgorod, los mismos que transportan el potente dron submarino Status-6, o mejor conocido como Poseidón, ya están merodeando las costas de EEUU, esto con el objetivo de desatar el infierno sobre la unión americana si estos lanzasen un ataque nuclear contra Rusia, o contra alguno de sus aliados, como Bielorrusia.

Recordemos que este (el Poseidón) es un enorme dron submarino de propulsión nuclear y dotado de inteligencia artificial que puede transportar una ojiva atómica de hasta 500 kilotones, potencia suficiente para destruir una gran ciudad hasta dejarla echa cenizas; o también puede detonar su carga útil en las costas del enemigo, generando con ello enormes tsunamis con olas de hasta 60 metros de altura, tsunami radiactivo que barrería con toda la costa, y sus ciudades, del rival.

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