“El 3 de octubre, a las 7:25 horas de Moscú (GMT+3), un avión An-26 (...) que volaba para abastecer a unidades del grupo ruso se vio obligado a evitar una colisión con drones estadounidenses MQ-9 y MQ-1 que seguían su ruta en el norte de Siria”, ha detallado este martes el jefe adjunto del Centro ruso para la Reconciliación en Siria, Oleg Egórov, ante los medios.
Conforme ha denunciado el alto comandante ruso, los vuelos ilegales de drones de ataque de Estados Unidos en el espacio aéreo de Siria violan el memorando aprobado el 20 de octubre de 2015 sobre la prevención de accidentes aéreos en el país levantino.
Pese al rotundo rechazo del Gobierno y el pueblo sirios a la ilícita presencia de EE.UU. en su país, Washington sigue respaldando a las milicias que luchan contra el Gobierno de Damasco, e incluso, según varios informes, tiene un nuevo plan para renovar la estructura del grupo terrorista Daesh y justificar así su permanencia en Siria, so pretexto de combatir a los extremistas, pero, en realidad, lo que quiere es saquear las riquezas del país árabe.
El desesperado intento estadounidense se produce en medio de los grandes avances cosechados por el Ejército sirio, apoyado por sus aliados iraníes y rusos, frente a los remanentes de terroristas y grupos armados, respaldados por EE.UU. y otros países occidentales.
El Gobierno sirio, presidido por Bashar al-Asad, siempre ha considerado ilegal la presencia de las tropas norteamericanas en su suelo, reiterando que estos soldados y el apoyo armamentista, logístico y financiero que Washington brinda a los ultraviolentos han complicado la crisis en la que está sumido el país desde 2011.
No hay comentarios:
Publicar un comentario