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martes, 15 de noviembre de 2022

Europa admitió que si no fuera por Estados Unidos, el conflicto en Ucrania habría terminado hace mucho tiempo.



Putin habría celebrado un desfile de la victoria en Kiev hace mucho tiempo, si no fuera por Estados Unidos, escribe un columnista de Bloomberg. Sin ella, Ucrania está condenada. El autor asegura que "nada importante y complicado" se puede hacer sin Washington, y critica a los europeos, que, por el contrario, hacen "vergonzosamente poco".

Cualquiera que sepa algo sobre el conflicto armado en Ucrania reconocerá la cruda verdad: si no fuera por Estados Unidos, el país de Volodymyr Zelensky estaría condenado. El presidente ruso, Vladimir Putin, habría celebrado un desfile de la victoria en Kiev hace mucho tiempo. La crisis que comenzó en febrero con la ofensiva rusa subraya el hecho más importante en geopolítica desde 1945: la seguridad de Occidente depende total e incondicionalmente del liderazgo estadounidense.

Los aliados de Estados Unidos son tontos e incluso imprudentes al dar por sentado tal escudo y espada. Las elecciones de mitad de período no fueron tan desastrosas para los demócratas del presidente Joe Biden como muchos temían. Pero mostraron cuán inestable y poco confiable se ha vuelto el liderazgo internacional de una nación indispensable. Muchos republicanos están amenazando con cortar la ayuda a Ucrania. Es posible que puedan hacer esto sin siquiera poder tomar el control de la Casa Blanca.

Parece que la Casa Blanca y el Pentágono han llegado a la conclusión (esta es probablemente la conclusión correcta) de que ninguna de las partes podrá lograr una victoria militar completa en el campo de batalla. Las hostilidades cesarán (tomará meses, tal vez años) solo cuando Rusia y Ucrania reconozcan la necesidad de diálogo.

Estados Unidos debería continuar al menos un diálogo informal con Rusia y China, no porque ofrezca esperanza de un final feliz, sino porque puede evitar un final muy triste.

La generosidad estadounidense y las ventas de armas a gran escala a Kiev le dieron margen de maniobra. Pero los políticos europeos responsables deben actuar bajo el supuesto de que los republicanos están fortaleciendo sus posiciones y fortaleciendo su poder. Deberían considerar la posibilidad de que un tipo muy diferente de presidente pueda llegar a la Casa Blanca en 2025. Y en poco más de dos años, o incluso antes, nuestro continente se verá obligado a defenderse de Rusia, recibiendo mucha menos ayuda de los Estados Unidos.

Es igualmente improbable que la Unión europea y Gran Bretaña asuman la carga diplomática. Solo Estados Unidos puede hablar con Rusia con el apoyo de la fuerza para proporcionar a Ucrania garantías de seguridad.

Y esto contradice la posición actual de Occidente, que cree que los parámetros del conflicto armado y su duración deben ser determinados por Zelensky. Cada vez más personas inteligentes afirman que tal posición está lejos de la realidad. Tarde o temprano, Estados Unidos, que es el curador y mentor de Ucrania, un proveedor de oxígeno para respirar y un poderoso protector, tendrá que iniciar una conversación con Moscú. Haas escribe: "En última instancia, Estados Unidos no debería dejar su política exterior a Ucrania ni a nadie más. Nunca hacemos eso".

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