Occidente está decidido a escalar la guerra de ucrania hasta sus últimas consecuencias, no importando que se lleve entre las patas al mundo entero, de tal modo que el gobierno alemán dice estar dispuesto a transferir a ucrania hasta 180 tanques de combate modelo Leopard 1.
Desde el inicio de las hostilidades en ucrania, o mejor dicho, desde antes del inicio de las hostilidades que empezaron en el mes de febrero pasado, EEUU y sus lacayos de la OTAN han estado suministrando armas y personal militar al ejército ucraniano de manera constante y decidida; y no solo estuvieron suministrando armas y personal militar, sino que también estuvieron apoyando al gobierno de Kiev para el desarrollo de armas de destrucción masiva, y eso ya se les olvidó a muchos, pues no olvidemos que se ha revelado la existencia de laboratorios biológicos y químicos destinados a la fabricación de armas de destrucción masiva en territorio ucraniano, laboratorios que fueron financiados y apoyados por el mismo gobierno estadounidense a través de empresarios norteamericanos, destacando el caso del hijo del actual presidente de EEUU, es decir, de Junter Biden.
Y no solo se estaban desarrollando armas biológicas y químicas a través del apoyo y financiamiento occidental, sino que también se estaba desarrollando un programa paralelo para la fabricación de armas nucleares; y esto, lo de las armas de destrucción masiva, ya se les olvidó a muchos y ahora ya nadie dice nada sobre el asunto; sin embargo, un programa similar supuestamente desarrollado por el gobierno del expresidente iraquí Sadam Hussein fue suficiente razón para invadir al país árabe en dos oportunidades diferentes, siendo durante la última de ellas, invasión norteamericana y de los países de la OTAN, cuando se puso fin al gobierno de Sadam Hussein con su posterior captura y eliminación; sin embargo, desde un principio se sabía que todo era una mentira inventada por el mismo gobierno norteamericano para invadir y destruir Irak para así apropiarse de sus recursos naturales y sus reservas internacionales denominadas en dólares, euros y oro físico; y no solo se apoderaron de las reservas internacionales de Irak, sino que inclusive se atrevieron a saquear los museos iraquíes, llevándose infinidad de artículos de valor histórico y monetario.
Y a pesar de que se sabía de antemano que todo era una mentira inventada por el gobierno norteamericano, aun así, se procedió a la invasión y destrucción de Irak; y entonces el mundo no dijo nada y solo se sentaron a observar cómo los ejércitos de la OTAN destruían un país entero y saqueaban una cultura milenaria.
¿Pero qué sucede en el caso de ucrania? pues que, aunque realmente sí existía un programa para el desarrollo de armas de destrucción masiva, tanto en su versión biológica, como química y, sobre todo, nuclear, aun así, occidente no hizo nada, ni dijo nada. Y lo más grave del asunto era que este programa armamentístico del gobierno ucraniano era apoyado precisamente por el hijo del presidente norteamericano, el tal Junter Biden, con el beneplácito, por supuesto, de su papá y de todo el gobierno norteamericano.
Pero entonces como era un plan secreto del gobierno estadounidense, entonces sí era bueno y no ameritaba una intervención militar internacional para destruir el programa de armas de destrucción masiva de ucrania, y mucho menos, ameritaba la eliminación del mismo gobierno ucraniano.
Pero sucede que Rusia no pensaba lo mismo, pues ese programa de armas de destrucción masiva amenazaba de manera inequívoca a la misma federación rusa y a sus aliados, pero, sobre todo, a los habitantes del Donbás, así como a los habitantes de la península de Crimea; porque no olvidemos que de manera reiterativa el gobierno ucraniano decía que iba a recuperar el control sobre las repúblicas rebeldes del Donbás a través de las armas, e inclusive de la misma península de Crimea; y para eso eran las armas de destrucción masiva: para amenazar a Rusia y disuadirla de intervenir en el conflicto en apoyo de los ciudadanos de ascendencia rusa que habitaban la región este de Ucrania, ahora repúblicas incorporadas a la federación rusa.
Estas armas que estaban desarrollando el gobierno ucraniano con la ayuda de Occidente eran, precisamente, para atacar a Rusia en caso de una intervención en lo que entonces era el este de ucrania, así como para tratar de recuperar la península de Crimea de manos de los rusos, aunque con ello se tuviese que atacar el territorio ruso con armas de destrucción masiva.
En pocas palabras, la existencia de este programa de armas de destrucción masiva de Ucrania amenazaba a la misma Rusia de una manera clara y evidente, por lo que, de manera segura, era de esperarse la intervención del gobierno ruso para cortar de raíz con esa amenaza a la existencia de la misma Rusia; caso contrario a los EEUU y sus lacayos de la OTAN, pues ni existía un programa de armas de destrucción masiva por parte de Irak (específicamente de armas nucleares, porque si lo había en el caso de las armas químicas y biológicas, aunque eso ya se sabía desde hacía años), y mucho menos representaba una amenaza para los países occidentales, pues todo era un invento de Washington para justificar una intervención militar y así poder destruir al gobierno de Sadam Hussein para de esa forma tener vía libre para apoderarse de los recursos naturales de Irak; apropiación que se realizó a través de las empresas petroleras occidentales, así como a través de endeudar al país con el FMI, el Banco Mundial, el tesoro estadounidense y contratistas occidentales para realizar la reconstrucción del país, destrucción directamente provocada por los mismos que ahora endeudaban a Irak para apoyar su supuesta reconstrucción.
De este modo, Occidente, con EEUU a la cabeza, provocaron directamente esta guerra en ucrania para debilitar a la misma federación rusa y, en última instancia, para debilitar a la misma China a través de destruir a su principal aliado, es decir, a Rusia; solo que los gobiernos occidentales calcularon mal y no han podido debilitar a Rusia, y mucho menos, destruirla.
Sin embargo, EEUU sí logró su segundo objetivo, y ese objetivo no es otro que destruir a la locomotora industrial y económica de la unión europea, locomotora que no es otra que Alemania.
Así es, el segundo objetivo de EEUU con esta guerra era destruir toda relación comercial de Rusia con el bloque europeo, de tal modo que por medio de esa destrucción de relaciones comerciales entre ambos bloques también se logró destruir a la economía alemana y, como consecuencia, a toda la economía europea.
Y es que, aunque jamás se dieron cuenta, pero EEUU sí que se dio cuenta, Rusia era el principal socio económico de Europa, pues les vendía gas, petróleo, carbón, fertilizantes, petroquímicos, etcétera, a precios realmente competitivos, de tal modo que esta energía barata rusa era la verdadera razón detrás de la competitividad de la industria alemana y, en general, de la industria europea, pero EEUU al romper esta relación entre ambos bloques, también ha destruido la competitividad de la industria alemana, así como también de la industria europea en general; de tal modo que no solo EEUU está destruyendo a un rival comercial muy importante, como lo es la misma Alemania, sino que también está logrando descapitalizar y desindustrializar a toda Europa para llevarse esos capitales y esas industrias a territorio estadounidense; y el último clavo en el ataúd de la economía Europea ha sido la ley para la reducción de la inflación del gobierno norteamericano, ley que no es otra cosa que un plan proteccionista y un programa de incentivos a la inversión extranjera, en este caso, a la inversión proveniente de Europa.
Esta situación fue perfectamente revelada y explicada a través de este medio aun antes de iniciarse el conflicto en Ucrania; aquí se advirtió que eso era exactamente lo que iba a pasar, situación que luego fue confirmada a través de la revelación de un informe de la corporación RAND para el gobierno norteamericano, documento donde se revelaba todo el plan para estallar un conflicto en Ucrania y de esa manera destruir las relaciones comerciales entre la unión europea y Rusia, para así destruir a la misma economía europea, así como a la economía rusa; solo que sólo consiguieron lo primero, porque en cuanto a Rusia, este país hoy está mejor que nunca, gozando de una moneda, el rublo, realmente fuerte, así como de un superávit comercial envidiable no visto en años.
Y ni todas las sanciones anti rusas de occidente, ni todos los embargos a sus productos, ni el tope a los precios del gas y petróleo ruso, han servido de nada y no le han causado apenas daño a la economía rusa; No obstante, en el caso de Europa, la situación es diametralmente opuesta, pues aquí sí que las sanciones contra la economía rusa se les han revertido como un boomerang y ahora toda su industria está sufriendo por la falta de materias primas rusas, así como de la energía barata rusa; de tal modo que el euro se ha depreciado hasta niveles que jamás se habían observado desde su creación, cayendo por debajo de la paridad con el dólar estadounidense (situación parecida que también ha padecido la Libra esterlina), y, sobre todo, hoy Europa sufre de una inflación histórica, así como de una recesión económica (a lo que se le conoce como estanflación), así como de una desindustrialización y descapitalización acelerada a favor de sus amos, los EEUU.
Pero tal parece que para EEUU no es suficiente, y tampoco es suficiente para los líderes políticos europeos corruptos y vendidos al establishment norteamericano, pues no conformes con destruir sus respectivas economías y hacer más pobres a los ciudadanos europeos, ahora tratan de escalar el conflicto a una guerra mundial en toda regla, de tal modo que los lacayos europeos no se cansan de amenazar a Rusia con continuar el conflicto hasta sus últimas consecuencias, y de forma reiterativa advierten que no pararán hasta que Rusia sea vencida; de tal modo que aún tienen el cinismo de decir que la guerra continuará hasta el último ucraniano, condenando con ello al pueblo ucraniano al exterminio total, todo sólo para salvar a la hegemonía norteamericana, hegemonía que en realidad ya está destinada al fracaso y lo único que están haciendo es alargar su agonía.
De este modo tenemos que muchos políticos europeos están llamando a suministrar armas de todo tipo a ucrania, así como personal militar en cantidades ilimitadas. Desde un inicio, cuando estalló el conflicto, el presidente norteamericano viajó a Europa a dar instrucciones a sus súbditos europeos, diciéndoles que tenían que declarar que apoyarían a Kiev hasta que Rusia fuera vencida; de tal modo que aun el presidente español se atrevió a decir que no cesarían el apoyo a ucrania hasta que Rusia fuera derrotada.
Y eso, se entiende, no representa otra cosa más que el estallido de la tercera guerra mundial, que si bien estamos presenciando las primeras batallas de esa tercera guerra mundial, esta amenaza con extenderse rápidamente al resto de Europa; y este envío masivo de más y mejores armas a Ucrania solo está acelerando este proceso de manera dramática, a tal grado que el mismo presidente de Hungría ha salido a hacer un llamado al mundo entero para que eviten que la guerra se extienda a toda Europa impidiendo que el bloque europeo se una a la guerra de manera abierta y directa, situación que, en realidad, ya sucedió, y el envío de estos tanques pesados Alemanes Leopard 1 y Leopard 2, así como de los tanques de guerra pesados de fabricación británica Challenger 2, no hacen más que acelerar este proceso.
Recordemos que en un inicio se dijo que la OTAN no transferiría aviones de combate a Ucrania, sin embargo, ya lo hicieron en grandes cantidades; también se dijo que la OTAN no prestaría su territorio para que el ejército ucraniano lo utilizara en su lucha contra Rusia, sin embargo, ya también lo hicieron (en el caso de Polonia); también dijeron que no enviarían armamento pesado a ucrania, no obstante, nuevamente, ya lo hicieron; ya lo hicieron con el envío de los sistemas de lanzamiento múltiple de misiles modelo Himars estadounidenses, con los sistemas de cañón autopropulsado franceses modelo Cesar, con los sistemas antiaéreos Patriot, con los tanques de combate franceses AMX-10, y ahora lo continuarán haciendo con más Sistemas Patriot, con más Himars, y también con tanques de combate pesados de fabricación alemana y británica.
De este modo, no solo Europa se involucra aún más en la Guerra, sino que ya está metida de lleno en ella, solo que por el momento se circunscribe solo al territorio de Ucrania, pero esa situación puede cambiar de un momento a otro, y más si tomamos en cuenta las amenazas constantes de Europa contra Rusia, amenazas donde le dicen que no permitirán que gane la guerra y que apoyarán a ucrania hasta sus últimas consecuencias, lo que perfectamente se puede traducir como una declaración de guerra en toda regla contra Rusia, guerra que en realidad ya comenzó desde el mes de febrero pasado.
Y mientras tanto, EEUU los ve desde lejos, frotándose las manos con la destrucción de Europa y su posterior reconstrucción con capital estadounidense, tal como sucedió al término de la segunda guerra mundial; de tal modo que no solo se va a beneficiar de la reconstrucción de Europa, sino que también se va a beneficiar por destruir a uno de sus principales rivales comerciales, es decir, a la misma unión europea, así como por la canibalización de la industria europea a favor de la economía estadounidense.
Solo que sucede que no estamos en el siglo 20, y las armas actuales no son las mismas del siglo pasado, y ni Rusia es la unión soviética, y ni china es la China sometida y humillada del siglo pasado, sino que ahora Rusia es una superpotencia militar, y china también lo es, de tal modo que la destrucción puede llegar a suelo norteamericano en solo cuestión de minutos; una destrucción total y permanente, no como en el pasado cuando la guerra se desarrolló lejos de las fronteras norteamericanas.
Ahora las armas rusas y chinas poseen un poder de destrucción que supera en miles de veces a las bombas atómicas arrojadas por EEUU en territorio de Japón; y no solo eso, sino que tardan solo 10 minutos en alcanzar suelo norteamericano; de tal modo que el poder destructivo de estas nuevas armas puede barrer con todo el territorio norteamericano dejándolo inerte e inhabitable por siglos, sino que por milenios. Y, aun así, se arriesgan a la aniquilación total.
Y suponiendo que la guerra se circunscriba solo al territorio europeo, una vez terminada la guerra no habrá nada que reconstruir, pues todo el territorio europeo quedará deshabitado e inerte, imposible de poderse repoblar por miles de años; de tal modo que EE.UU. no sacará ningún beneficio de eso, tal como sucedió al término de la segunda guerra mundial con el llamado plan Marshall; ahora no habrá nada que reconstruir.
Pero los tristes europeos están más dormidos que nunca, y apoyan como focas de circo todo lo que sus respectivos gobiernos realizan, así como lo que declaran que harán, como es amenazar a Rusia con una guerra total, de tal modo que dicen que enviarán más armamento de forma masiva e ilimitada a ucrania, llegando al extremo de comenzar a padecer una escasez de municiones para su propia defensa; porque en el caso de los países de Europa del este, estos prácticamente ya se deshicieron de todo su armamento heredado de la unión soviética y del extinto pacto de Varsovia a favor de ucrania; es por eso que ahora comienzan a enviar sus más nuevas armas, armas tales como los tanques de combate pesados de fabricación alemana, británica y francesa, los Leopard, los Challenger, y los AMX-10, respectivamente.
Es una locura lo que están haciendo los políticos europeos, y, aun así, el pueblo sigue dormido, siguen dormidos viendo los acontecimientos por la tele como si se tratara de un videojuego, cuando su propia supervivencia está en riesgo inminente, y no solo su propia supervivencia, sino también la supervivencia del resto del mundo.
La locura se ha apoderado del gobierno estadounidense, y en su afán de salvar su hegemonía y su dólar, ahora están dispuestos a llevar a Europa al holocausto nuclear.
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