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miércoles, 24 de mayo de 2023

China prohíbe la compra de microprocesadores y aumenta el conflicto tecnológico con EEUU

El sector tecnológico se ha convertido en un campo de batalla clave por la seguridad nacional entre China y EEUU, las dos grandes potencias económicas mundiales.



China lanzó la última salva en una guerra de semiconductores en aumento con los EEUU, al anunciar que los productos de Micron Technology no pasaron una revisión de seguridad cibernética en el país.

En un comunicado este domingo, Beijing advirtió a los operadores de infraestructura clave que no compren los productos de la compañía, al señalar que encontró riesgos de seguridad cibernética “relativamente graves” en los productos de Micron vendidos en el país.

Los componentes causaron “riesgos de seguridad significativos para nuestra cadena de suministro de infraestructura de información crítica”, lo que afectaría la seguridad nacional, según el comunicado de la Administración del Ciberespacio de China (CAC).

La tecnología como campo de batalla

Los resultados llegan más de un mes después de que China anunciara una investigación de las importaciones del mayor fabricante de chips de memoria de Estados Unidos. El sector tecnológico se ha convertido en un campo de batalla clave por la seguridad nacional entre las dos economías más grandes, y Washington ya ha incluido en la lista negra a las empresas tecnológicas chinas, ha cortado el flujo de procesadores sofisticados y ha prohibido a sus ciudadanos brindar cierta ayuda a la industria china de chips.

“Nadie debería entender esta decisión de CAC como algo más que una represalia por los controles de exportación de semiconductores de Estados Unidos”, dijo Holden Triplett, fundador de Trenchcoat Advisors y exfuncionario de contrainteligencia del FBI en Beijing. “Ninguna empresa extranjera que opere en China debe dejarse engañar por este subterfugio. Estas son acciones políticas puras y simples, y cualquier negocio podría ser el próximo ejemplo de ello”.

La medida trae nueva incertidumbre a los otros fabricantes de chips de EEUU que venden a China, el mercado de semiconductores más grande del mundo. Compañías como Qualcomm, Broadcom e Intel entregan miles de millones de chips al país, que coloca los componentes dentro de productos electrónicos que se envían a todo el mundo.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, expresó optimismo sobre la relación con China el domingo al final de la cumbre del Grupo de los Siete en Japón. Dijo que esperaba que los lazos entre los dos países comenzaran a “descongelarse muy pronto”.

La agencia cibernética china dijo en su comunicado que, si bien el país da la bienvenida a los productos y servicios proporcionados por empresas de todos los países siempre que cumplan con sus leyes y reglamentos, la investigación de los productos de Micron es una “medida necesaria” para salvaguardar la seguridad nacional. No detalló cuáles eran los riesgos de seguridad ni identificó productos específicos de Micron que ahora están prohibidos.

¿Con China o con Estados Unidos?


Micron, que anteriormente dijo que respaldaba la seguridad de sus productos y los compromisos con los clientes, respondió que está evaluando la conclusión de la revisión. La compañía está evaluando sus próximos pasos y agregó que espera “continuar entablando conversaciones con las autoridades chinas”.

Los analistas de Jefferies, incluido Edison Lee, dijeron en un informe de investigación que la decisión del CAC probablemente tendrá un pequeño impacto en Micron porque se enfoca en la “infraestructura de información crítica”, es decir, operaciones como centros de datos y servicios de computación en la nube con riesgos de seguridad. La mayoría de los chips de memoria de Micron vendidos en China en realidad se usan en productos electrónicos de consumo, como teléfonos inteligentes y computadoras portátiles, dijeron.

“Creemos que esta prohibición tiene un enfoque limitado, ya que se aplica solo a los operadores de CII”, escribieron. “Por lo tanto, el impacto final en Micron será bastante limitado”.
Micron voltea a ver a Japón

Mientras tanto, el fabricante de chips con sede en Boise, Idaho, ha estado estrechando lazos con Japón. Está a punto de obtener alrededor de 200 mil millones de yens (1.5 mil millonesn de dólares) en incentivos financieros del gobierno japonés para ayudarlo a fabricar chips de memoria de próxima generación en el país, informó Bloomberg. El primer ministro Fumio Kishida se reunió la semana pasada con una delegación de ejecutivos de chips, incluido el director ejecutivo de Micron, Sanjay Mehrotra.

Los chips de memoria ya eran un punto álgido de las tensiones entre Estados Unidos y China. En diciembre, Washington incluyó en la lista negra a Yangtze Memory Technologies, un fabricante de memoria flash respaldado por el estado en Wuhan, limitando efectivamente las capacidades de China en chips avanzados de estilo 3D Nand. YMTC había estado en conversaciones para suministrar los componentes a Apple para el iPhone antes de ese desarrollo.

Micron es el último fabricante restante de memorias para computadoras con sede en EEUU, después de haber sobrevivido a brutales recesiones de la industria que obligaron a grandes rivales como Intel y Texas Instruments a retirarse.

La mayoría de los productos de Micron se fabrican según los estándares de la industria, lo que significa que los chips se pueden intercambiar fácilmente con los de fabricantes rivales, como Samsung Electronics y SK Hynix. Esos dos fabricantes de chips de Corea del Sur tienen plantas en China.

Los chips de memoria tampoco suelen considerarse un riesgo de ciberseguridad porque no requieren ningún software específico ni código de ejecución. En su mayoría son cuadrículas básicas de transistores que se utilizan para almacenar datos y, como tales, no suelen ser un vector de ataque para los piratas informáticos.

Micron obtuvo casi el 11 por ciento de sus ingresos de China continental en su último año fiscal. Si bien eso es relativamente bajo en comparación con otras empresas tecnológicas importantes, gran parte de la producción mundial de productos electrónicos pasa de alguna manera por las fábricas chinas y el movimiento de China tiene el potencial de dañar las relaciones con los clientes de Micron.

El peligro es que los compradores en China decidan ir a lo seguro después de la advertencia de Beijing y se alejen de todos los productos de la firma estadounidense. Eso, a su vez, podría desviar el negocio a los rivales más grandes de Micron, Samsung e Hynix.

Hynix subió hasta un 2.2 por ciento en las primeras operaciones del lunes 22 de mayo, mientras que Samsung ganó menos del 1 por ciento.

Los pleitos con Micron están cantados

Después de una pelea anterior, United Microelectronics de Taiwán resolvió una demanda en 2021 presentada por Micron acusándola de robar y filtrar su propiedad intelectual a un socio chino. El caso se refería a una transferencia supuestamente ilegal de los diseños de memoria de Micron en un acuerdo de fabricación de chips entre UMC y Fujian Jinhua Integrated Circuit, con sede en Jinjiang.

El último anuncio de Beijing ya ha provocado la condena de algunos legisladores.

El gobernante Partido Comunista hace que cada día sea más difícil hacer negocios en la República Popular China, dijo Raja Krishnamoorthi, demócrata de Illinois y miembro de alto rango del Comité Selecto de la Cámara.

“Todas las empresas de Estados Unidos deberían preguntarse: ¿es mejor ahora invertir en la República Popular China”, dijo, “o debería invertir más en los EEUU y nuestros aliados y socios?”

Las acciones de China “hacen que esta sea una opción cada vez más fácil para las empresas estadounidenses, y nosotros en el Congreso debemos facilitarles aún más el regreso a casa y reinvertir en Estados Unidos”, dijo Krishnamoorthi.

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