La tensión entre Rusia y Ucrania ha alcanzado un nuevo nivel de peligrosidad, ya que Rusia intensificó el jueves sus ataques aéreos contra Ucrania en respuesta a las promesas de apoyo de la OTAN.
Estos ataques, que se han prolongado durante tres noches consecutivas, se produjo mientras el presidente de EEUU, Joe Biden, se encontraba en Finlandia, país que se ha convertido en el nuevo miembro de la alianza militar occidental.
Tras la reciente cumbre de la OTAN en Lituania, donde los países del G7 acordaron respaldar a Ucrania en su lucha contra Rusia, Moscú ha respondido con nuevos y poderosos ataques aéreos.
Según varios medios, la ciudad de Kiev también ha sido afectada por estos ataques, y el alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, ha expresado su profunda preocupación por la escalada de tensión y ha pedido a la comunidad internacional intervenir para frenar los ataques rusos.
Hay que señalar que Rusia ha advertido que considerará a los aviones caza F-16 enviados por los países aliados a Ucrania como una amenaza “nuclear”. Según el canciller ruso, Serguéi Lavrov, estos aviones tienen la capacidad de transportar bombas atómicas, lo que aumenta aún más la tensión en la región.
En medio de esta situación crítica, el presidente Joe Biden se reunirá con líderes nórdicos en Finlandia para discutir posibles acciones y estrategias para hacer frente a la operación militar rusa. Finlandia, que ha abandonado su política de no alineamiento después del operativo militar ruso a Ucrania, busca coordinar esfuerzos con otros países para hacer frente a la crisis en Europa del Este.
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