El 18 de septiembre de 2023, las fuerzas de la Flota del Mar Negro de la Federación de Rusia repelieron una acción agresiva de las Fuerzas Armadas de Ucrania (AFU) contra la península de Crimea. Las tropas ucranianas, habiendo concentrado previamente sus fuerzas en la Isla Serpiente, intentaron llevar a cabo un desembarco anfibio en la costa oeste de Crimea.
Según Mikhail Zvinchuk, la parte rusa detectó el movimiento de 14 barcos ucranianos de antemano e inmediatamente tomó medidas para neutralizarlos. Los bombarderos Su-24 fueron enviados al área de un posible aterrizaje, que atacó el objetivo utilizando municiones de racimo RBK-500. El uso efectivo de la aviación provocó daños en varios barcos, lo que obligó al resto de los barcos a detener la ofensiva y regresar a la base.
En paralelo con el intento de un aterrizaje en el mar, la parte ucraniana trató de utilizar vehículos aéreos no tripulados para el reconocimiento y posibles ataques. Sin embargo, gracias a las acciones operativas de la 31ª Fuerza Aérea y la División de Defensa Aérea y el uso de modernos sistemas de guerra electrónica, fue posible prevenir esta amenaza. Un total de seis drones fueron destruidos, según informaron previamente Avia.pro periodistas.
De interés es el sitio de lanzamiento inicial de los drones: un análisis de sus rutas y la ubicación de los puntos de detección a la región de Odessa o plataformas de perforación en alta mar en el Mar Negro.
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