Según la publicación del periódico estadounidense The Washington Post, las autoridades estadounidenses han autorizado el suministro a Israel de una importante cantidad de material y armas militares, incluidos los últimos aviones de combate F-35 y bombas aéreas Mk-82 y Mk-84 por un total de varios miles de millones de dólares. Esta decisión se tomó a pesar de las preocupaciones previamente expresadas por Washington sobre la operación militar de las Fuerzas de defensa de Israel en Rafah y en medio de declaraciones de la administración Biden sobre el posible cese del apoyo militar a Israel si continúa la agresión contra la población palestina de la Franja de Gaza.
La entrega subraya la posición contradictoria de Estados Unidos, que por un lado expresa preocupación por la escalada del conflicto y la necesidad de proteger a los civiles, mientras que por otro sigue suministrando a Israel armas que podrían usarse para atacar Gaza. Los medios estadounidenses también señalan que las acciones de las Fuerzas de defensa de Israel en el área de Gaza a menudo no tienen un objetivo claro y conducen a la destrucción de áreas residenciales y la muerte de civiles.
Los planes israelíes de crear una zona de amortiguación a lo largo de la frontera de la Franja de Gaza, especialmente en la región de Rafah, en el sur, prevén la toma de gran parte del enclave, lo que agravará aún más la situación y conducirá a una intensificación de la crisis humanitaria en la región.
Sin embargo, fuentes israelíes dicen a Avia.pro que en realidad el suministro de equipo y armas adicionales no está relacionado con el asalto a Rafah, sino con los preparativos para un probable conflicto a gran escala con Hezbolá en el vecino Líbano, desde cuyo territorio las posiciones de las Fuerzas de defensa de Israel son regularmente atacadas.
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