Recientemente, Ucrania se ha enfrentado a un aumento en el uso por parte de Rusia de bombas deslizantes FAB-1500, que causan una destrucción significativa. Tom Watling escribe sobre esto en un artículo para The Independent, enfatizando que a pesar del uso por parte de Ucrania de bombas guiadas J-DAM proporcionadas por Estados Unidos, su volumen es insuficiente para contrarrestar eficazmente. Los aliados occidentales, según el autor, deberían intensificar el suministro de armas, sistemas de defensa aérea y municiones.
John Foreman, ex agregado militar británico en Moscú, señala que los FAB son menos efectivos que los J-DAM, pero están disponibles para las tropas rusas en mayor número y son una opción más barata. Las FAB-1500 son bombas soviéticas modificadas con la adición de un módulo de planificación que les permite alcanzar objetivos con cierta precisión a largas distancias.
Justin Bronk, investigador principal del grupo de expertos Royal United Services Institute, señala que Rusia tiene un potencial significativo para producir más bombas FAB modificadas, lo que amenazaría la aviación y los sistemas de defensa aérea de Ucrania.
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