De acuerdo con el plan presentado por Biden, EEUU exportará más de 15.000 millones de metros cúbicos de gas natural licuado a lo largo del 2022, adicionales a los 10.000 millones que ya envió durante 2022, año en el que la Unión Europea pretende reducir en dos tercios las importaciones rusas.
Cabe recordar que Rusia exporta cerca del 40% del gas que consume Europa, con países como Alemania que la mitad de su energía eléctrica se genera con gas ruso.
La intención de Biden es que para 2030 las exportaciones estadounidenses aumenten hasta 50.000 millones de metros cúbicos.
Esto levantó alertas en algunos sectores en México, país que en 2019 importó de EEUU el 96% del gas natural que consumió en dicho año y que podría verse afectado por los planes de distribución anunciados por EEUU.
¿Habrán afectaciones para México?
Cuestionada por Sputnik sobre las posibles afectaciones que podría enfrentar México por dicha decisión, Rosío Vargas Suárez, doctora en Ingeniería Energética por la UNAM, consideró que "a corto plazo México no tiene problemas con el gas" ya que el que se importa llega por gaseoducto y proviene de la Cuenca Pérmica, una de las zonas done se reporta un superávit de gas de dicho recurso.
En el reporte Panorama Energético Anual para 2022 de la Administración de Información Energética de EEUU, se indica que el aumento de la demanda de las exportaciones de gas coincide con el aumento en la producción en la Cuenca Pérmica, en los montes Apalaches, y la de Misisipi-Luisana.
Dicho aumento, según el documento citado, permitirá mantener una tendencia al alza en el número de exportaciones, al menos hasta 2030, lo que llevará a incrementar la producción total en un 25% para 2050.
En este sentido, la autora de El papel de México en la integración y la seguridad energética de Norteamérica señaló que las propias estimaciones del Departamento de Energía de EEUU señalan que México tiene garantizado el suministro de gas natural al menos en los próximos 30 años.
"Hay dos plantas de regasificación en proceso de construcción y tres autorizadas cuya capacidad está considerada en estas estimaciones. Es decir, México no tendría problema hasta el 2050", declaró la académica vía correo electrónico.
Respecto al contexto político y su influencia en el abastecimiento de gas, Rosío Vargas señaló que si bien es cierto que "EEUU es un socio comercial y no un amigo incondicional cuyos intereses pueden cambiar de la noche a la mañana por preferencias de diversa naturaleza", cualquier país del mundo, incluido los de la Unión Europea, correrían el mismo riesgo ya que es algo "inevitable".
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