La supuesta colisión tuvo lugar en la provincia de Idlib, informó el diario estadounidense Military Times, citando a un funcionario de defensa que habló bajo condición de anonimato.
La fuente no dio más detalles sobre la causa del incidente, ni sobre qué tipo de aviones teledirigidos (drones) estaban involucrados. Según Military Times, tampoco se sabe si la aeronave fue atacada en algún momento durante el incidente.
Las fotos y vídeos que circulan en las redes sociales indican que al menos uno de los drones estrellados es una aeronave MQ-9 Reaper que se utiliza tanto para misiones de vigilancia como para misiones de combate.
Hay varios rumores que afirman que los drones fueron derribados por milicianos respaldados por Turquía, mientras que otros alegan que una de las aeronaves es rusa y que había sido derribado en un ataque; sin embargo, el informe de Military Times asegura que ambos aparatos son estadounidenses.
Aunque EE.UU. afirma que utiliza drones para atacar las posiciones del grupo terrorista Daesh en Irak y Siria, las fuerzas populares iraquíes y los soldados del Ejército sirio son los principales blancos de estas operaciones.
Washington también utiliza los aviones no tripulados para espiar las bases e instalaciones militares rusas en el territorio sirio.
Pese al rechazo del Gobierno y el pueblo sirios a la presencia militar estadounidense en su país, Estados Unidos amplía las bases ilegales en este país árabe y tiene el control de varias posiciones en los campos de petróleo y gas de Siria. Actualmente, tiene desplegadas sus fuerzas en 11 bases militares en Siria, incluidos cinco centros en Al-Hasaka, cuatro en Deir Ezzor y dos en Al-Raqa; todas ellas zonas ricas en petróleo.
Estados Unidos tiene a un millar de militares desplegados en Siria con la misión de “combatir al grupo terrorista Daesh”, hecho que Damasco lo desmiente, diciendo que a Washington le beneficia mantener activo el terrorismo en toda la región de Asia Occidental.
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