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jueves, 11 de marzo de 2021

Biden buscará evitar la carrera armamentista con Rusia y China a favor de la diplomacia


Para promover los intereses de Estados Unidos, Washington necesita tomar decisiones inteligentes y disciplinadas respecto a la Defensa nacional. También debe usar de manera más responsable sus Fuerzas Armadas y considerar la diplomacia como su principal recurso para solucionar los problemas internacionales, señala la Casa Blanca.

EEUU debe afrontar el hecho de que la distribución del poder en el mundo está cambiando, escribe la Administración Biden en la Guía estratégica provisional de seguridad nacional, publicada el 3 de marzo.

China es el único competidor del país norteamericano potencialmente capaz de combinar su poder económico, diplomático, militar y tecnológico para plantear un desafío sostenido a un sistema internacional estable y abierto, dice el documento. Rusia, a su vez, sigue resuelta a aumentar su influencia global en la escena mundial.

Tanto Pekín como Moscú han invertido muchos recursos en sus esfuerzos destinados a frenar a las fuerzas de Estados Unidos e impedir que defiendan los intereses de EEUU y sus aliados en todo el mundo, según los autores del informe.

"También reconocemos que la competencia estratégica no excluye, ni debe excluir, la posibilidad de colaborar con China cuando sea nuestro interés nacional", destaca el documento.

A este respecto la Casa Blanca planea adoptar una diplomacia práctica y orientada a conseguir resultados con Pekín y trabajar con el país asiático para reducir el riesgo de percepciones y cálculos erróneos en sus relaciones.

Dado que los intereses nacionales de Estados Unidos están inextricablemente ligados a la suerte de sus vecinos más cercanos en las Américas, la Administración Biden planea ampliar su compromiso y sus asociaciones en todo el hemisferio occidental, sobre todo con Canadá y México.

Este plan incluye trabajar con el Congreso para proporcionar a América Central 4.000 millones de dólares en ayuda durante cuatro años, y tomar otras medidas para abordar las causas fundamentales de la inseguridad humana y la migración irregular, incluida la pobreza, la violencia criminal y la corrupción.

En Oriente Medio, EEUU seguirá manteniendo su férreo compromiso con la seguridad de Israel. Washington tratará de fomentar la integración del país hebreo con sus vecinos e impulsará una solución viable que prevé la existencia de los dos Estados. Además, trabajará con sus socios regionales para disuadir la supuesta agresión iraní, eliminar las amenazas a la soberanía y a la integridad territorial, impedir el resurgimiento del Estado Islámico, abordar las crisis humanitarias y redoblar los esfuerzos para resolver los complejos conflictos armados.

"Pero no creemos que la fuerza militar sea la respuesta a los retos de la región, y no daremos una carta blanca a nuestros socios en Oriente Medio para que apliquen políticas contrarias a los intereses y valores estadounidenses", destacan los analistas estadounidenses.

Por eso Estados Unidos retiró su apoyo a las operaciones militares ofensivas en Yemen y respaldó los esfuerzos de la ONU para poner fin a la guerra en este país.

En Washington planean moverse rápidamente para recuperar la posición de liderazgo en las instituciones internacionales. De hecho, las autoridades estadounidenses ya han reincorporado al país en el Acuerdo de París y han nombrado a un Enviado Presidencial Especial para el clima.

La Administración Biden también prometió abordar la amenaza existencial presentada por las armas nucleares.

"Evitaremos las costosas carreras armamentísticas y restableceremos nuestra credibilidad como líderes en el control de armas. Por eso nos hemos apresurado a prorrogar el tratado Nuevo START con Rusia. En la medida de lo posible, también buscaremos nuevos acuerdos de control de armas", señala el documento.

La Casa Blanca prometió tomar medidas para reducir el papel de las armas nucleares en su seguridad nacional, mientras asegura que su capacidad de disuasión estratégica sigue siendo fiable. Además, informó que entablará un diálogo con Rusia y China sobre una serie de desarrollos tecnológicos militares emergentes que afectan la estabilidad.

EEUU planea usar la diplomacia para abordar el programa nuclear iraní. En particular, dará poderes a sus diplomáticos, quienes trabajarán para reducir la amenaza presentada por los crecientes programas nucleares y los de misiles de Corea del Norte.

"Estados Unidos no debe, y no se involucrará en guerras eternas que han costado miles de vidas y billones de dólares. Trabajaremos para poner fin de forma responsable a la guerra más larga de Estados Unidos en Afganistán, al tiempo que nos aseguraremos de que este país no vuelva a convertirse en un refugio para los ataques terroristas contra Estados Unidos", concluyen los autores del informe.

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