Mediante un comunicado publicado el sábado, la empresa Colonial Pipeline, con sede en el estado de Georgia, informó de un “ataque de ciberseguridad” en su contra.
“Desconectamos proactivamente ciertos sistemas para contener la amenaza, lo que ha detenido temporalmente todas las operaciones de gasoductos y ha afectado a algunos de nuestros sistemas tecnológicos”, se lee en el texto.
Según el informe, Colonial Pipeline también denunció lo ocurrido a las fuerzas del orden y otras agencias federales, y están tomando medidas para resolver el problema.
Además, señaló que el oleoducto ya ha contratado a una empresa de ciberseguridad para que investigara “sobre la naturaleza y el alcance de este incidente, que está en curso”.
Colonial Pipeline es considerado el oleoducto más grande de EEUU, puesto que transporta diariamente 2.5 millones de barriles de gasolina, diésel, combustible para aviones y otros productos refinados del petróleo.
La última vez que la red de oleoductos de Colonial se vio afectada por un parón fue con ocasión del huracán Harvey, que azotó el golfo de México en 2017.
Durante los últimos años, varias entidades y empresas estadounidenses fueron blanco de ataques cibernéticos; el más reciente afectó los sistemas electorales de EE.UU. durante las presidenciales del noviembre de 2020.
La Comisión de Seguridad Nacional de Inteligencia Artificial de EEUU, alertó en marzo que el país norteamericano se encuentra “desprevenido” para defenderse ante las amenazas de las tecnologías de la inteligencia artificial.
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