“Obviamente, la operación militar especial continuará hasta que se completen las tareas de desnazificación y desmilitarización de Ucrania y la eliminación de las amenazas a la seguridad que emanan de su territorio”, ha asegurado este viernes la Cancillería rusa mediante un comunicado.
La nota recapitula los acontecimientos sucedidos en el territorio ucraniano, denunciando que Estados Unidos y sus aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) constantemente implementan “planes geopolíticos para destruir Rusia”.
Para llegar a este objetivo, prosigue, han suministrado armamentos a las Fuerzas Armadas ucranianas y capacitado a sus tropas.
“Durante todos estos años, el ‘Occidente colectivo’, que ha nutrido al régimen neonazi de Kiev, lo ha convertido en un instrumento obediente con el que intenta en vano infligir una derrota estratégica a Rusia”, se lee en el texto.
En efecto, la Cartera rusa ha acusado al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, de tener la intención de “formar una coalición antirrusa” impulsada desde los países occidentales.
El presidente ruso, Vladímir Putin, señaló recientemente, que la OTAN puede considerarse como parte del conflicto en Ucrania, ya que el bloque proporciona una gran cantidad de armamento a Kiev sin recibir dinero a cambio.
Rusia asevera que Occidente está poniendo en riesgo su propia seguridad al entregar ingentes suministros de armas a Kiev, y advierte de que de esta forma los países occidentales están “echando leña al fuego” del conflicto, lo que “tendrá repercusiones trágicas”.
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