"Tenemos sistemas que derribaron 24 aviones en cinco días", declaró Shoigú, apuntando al creciente número de las aeronaves inutilizadas por las fuerzas armadas de Rusia, reflejado en los informes diarios del ente castrense.
Durante su estancia en el centro de control del grupo de fuerzas ruso Este, el ministro de Defensa de Rusia escuchó los informes de los comandantes sobre la organización de las operaciones de contrabatería y la preparación de la agrupación para las acciones de invierno.
Por su parte, los militares rusos reportaron a Shoigú la exitosa práctica de destrucción de los obuses M777 de fabricación estadounidense utilizados por el Ejército de Ucrania.
El 21 de octubre, el Ministerio de Defensa de Rusia informó que las fuerzas armadas de Rusia han destruido un total de 500 aviones ucranianos desde el inicio de la operación militar especial. En particular, el pasado 20 de octubre fueron derribados un avión Su-24, dos cazas MiG-29 y un helicóptero Mi-8 de la Fuerza Aérea de Ucrania, comunicaron desde el organismo castrense.
Tras agotar casi por completo su propio arsenal de aviones soviéticos, Kiev pasó a pedir más ayuda de sus socios occidentales para compensar las pérdidas. Al principio, la necesidad ucraniana en aeronaves fue atendida por Polonia y Eslovaquia, que suministraron a Ucrania varios de sus antiguos cazas MiG-29 en abril y marzo de 2023. Sin embargo, la potencia aérea ucraniana sigue disminuyendo notablemente.
Siendo incapaz de producir sus propios cazas, Kiev pidió a los aliados de la OTAN nuevas donaciones para su Ejército en forma de los aviones F-16. El 20 de agosto, los Países Bajos y Dinamarca emitieron una declaración conjunta en la que se comprometían a transferirlos a Ucrania como parte de la antes establecida coalición para entrenar a los pilotos ucranianos. El 24 de agosto, el primer ministro de Noruega, Jonas Gahr Store, declaró que su país también está dispuesto a enviar los F-16 a Ucrania, aunque no dio detalles sobre el número de jets ni cuándo será la entrega.
Para finalizar la transferencia de las aeronaves deseadas por Kiev, Dinamarca y los Países Bajos indicaron que Ucrania deberá tener a pilotos y personal de mantenimiento ya capacitado, así como crear la infraestructura y la logística necesarias para la operación de los F-16.
Además, el duodécimo paquete de ayuda militar de Suecia contemplaba la formación de pilotos ucranianos para el uso de los cazas de su fabricación nacional JAS-39 Gripen, conforme al comunicado de prensa oficial, emitido en julio de 2023. Sin embargo, hasta el momento las autoridades suecas no han anunciado la transferencia de esas aeronaves a Kiev.
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