"Es una zona de muerte. [...] Si se debilitan los caminos por los que pueden moverse los tanques y los vehículos de combate de infantería, la infantería ligera tiene que moverse de una posición a otra. Sin intensos bombardeos de artillería previos, la infantería queda sangrando. Eso sucedió en este caso", dijo a la publicación.
Según el general polaco, las fuerzas ucranianas no tienen las capacidades necesarias que les permitan enfrentarse al enemigo en primera línea. Al mismo tiempo, las tropas de Kiev sufrieron grandes pérdidas al intentar, sin éxito, avanzar hacia el frente durante la fallida contraofensiva del pasado verano europeo.
Komornicki añadió que alrededor de 100.000 soldados ucranianos han muerto desde junio, mes en el que comenzó oficialmente la operación.
Según el militar, el Ejército de Ucrania agotó sus capacidades en la muy publicitada contraofensiva, por lo que la parte rusa pasó a acciones ofensivas.
La llamada contraofensiva comenzó el 4 de junio de este año, y tres meses después el presidente ruso Vladímir Putin declaró que la operación no sólo se había estancado, sino que había sido un completo fracaso.
Según datos de principios de octubre, los intentos de ataque le costaron a Kiev más de 90.000 bajas entre sus militares. Se eliminaron 543 tanques, que se suponía que serían la principal fuerza de ataque de las Fuerzas Armadas de Ucrania. Como destacó Putin, los tanques ahora "arden muy bien".
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