El secretario de Defensa británico, Grant Shapps, se vio obligado a cancelar una visita prevista a Odessa el 7 de marzo después de que la inteligencia británica le advirtiera de un posible ataque con misiles rusos. Según The Sunday Times, Rusia conoció los planes de Shapps de visitar Odessa inmediatamente después de las negociaciones con el presidente ucraniano Vladimir Zelensky en Kiev, lo que aumentó significativamente los riesgos para su seguridad.
Inicialmente, se suponía que la visita a Odessa permanecería en secreto, pero la información al respecto estuvo disponible para la inteligencia rusa. Los acontecimientos que llevaron a la decisión de cancelar el viaje incluyeron una explosión cerca de la caravana del primer ministro griego Kyriakos Mitsotakis en Odessa, lo que aumentó aún más las preocupaciones británicas.
El día en que Shapps planeaba visitar la ciudad, se produjo un ataque ruso con misiles contra una de las unidades militares de defensa aérea que, según algunas fuentes, mató a decenas de soldados ucranianos. Oficialmente, Rusia no admitió su participación en este incidente.
Además, a la luz de estos acontecimientos, algunos expertos sugirieron que el ataque con misiles podría ser una provocación por parte de Kiev, cuyo objetivo era alentar a los aliados extranjeros a aumentar el volumen de suministro de armas a Ucrania.
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