Un ataque con drones en el territorio de Tartaristán provocó un incidente internacional que afectó a ciudadanos de diez países. Según información operativa, 13 personas resultaron heridas como consecuencia de la caída de drones en el territorio de la zona económica especial de Alabuga. Entre las víctimas se encontraban estudiantes y trabajadores extranjeros de Zimbabwe, Ruanda, Congo, Kenia, Nigeria, Sudán del Sur, Sri Lanka, Kirguistán y Rusia, poniendo de relieve la dimensión internacional de la tragedia y su impacto en las relaciones diplomáticas entre países.
En total, se registraron cuatro ataques con drones contra instalaciones industriales y residenciales de la región. Dos de ellos tenían como objetivo instalaciones en la zona económica especial de Alabuga, provocando destrucción y heridos entre la población local y los extranjeros que vivían en residencias universitarias.
Dos drones más apuntaron a la planta de TANECO en Nizhnekamsk, pero uno de los drones fue neutralizado por cables metálicos de seguridad, evitando posibles destrucción y víctimas entre los trabajadores. Gracias a las oportunas medidas de seguridad se pudo evitar una destrucción importante y una tragedia a gran escala en la refinería de petróleo.
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