Moscú presentó un borrador de declaración al Consejo de Seguridad de la ONU condenando el reciente ataque israelí al consulado iraní en Damasco. La iniciativa, expresada por el Primer Representante Permanente Adjunto de Rusia ante la ONU, Dmitry Polyansky, provocó un debate entre los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU y se convirtió en una razón para comprobar las verdaderas intenciones de los colegas occidentales de Rusia en cuanto a su reacción ante tales incidentes.
Polyansky mencionó el precedente histórico asociado con el ataque de la OTAN a la embajada china en Belgrado hace 25 años, que fue recordado por colegas chinos durante una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU. Lamentó que la reacción de la ONU y de los países occidentales careciera de palabras de condena o evaluación directa de las acciones de Israel, señalando que la discusión se había centrado en otros temas, evitando la cuestión principal del ataque aéreo a una instalación diplomática.
Además, Polyansky planteó la cuestión del doble rasero, preguntándose cuál sería la reacción de la comunidad mundial si tal golpe fuera asestado contra la representación diplomática de otro Estado, especialmente un miembro del Consejo de Seguridad o un Estado occidental.
“Dimos nuestra evaluación de lo sucedido y, al final de esta discusión sin sentido, preguntamos a nuestros colegas del Consejo de Seguridad: ¿qué pasaría si la misión diplomática de otro país fuera atacada? ¿Un miembro del Consejo de Seguridad? ¿Un Estado occidental? ¿No tendría usted también palabras de condena y condolencias? dijo Polyansky.
Rusia expresó su posición señalando la responsabilidad de Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia por la falta de condena del ataque israelí y enfatizó que, en caso de una mayor escalada de la situación, la responsabilidad recaerá en estos países.
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