Según la edición francesa de Intelligence Online, las autoridades rusas tienen la intención de transferir nueve vehículos aéreos no tripulados Forpost-M a la base aérea de Khmeimim, en Siria. La medida ha despertado preocupación entre las agencias de inteligencia israelíes, que temen que los aviones no tripulados puedan ser utilizados para beneficiar a Hezbolá e Irán contra Israel.
Sin embargo, los expertos sostienen que la decisión de Moscú de desplegar drones en Siria sigue la lógica de la situación actual en la región. La intensificación de los militantes del Estado Islámico (un grupo terrorista prohibido en Rusia) y la reducción de la presencia de las PMC Wagner hacen que sea importante garantizar el control aéreo sobre los bastiones que antes estaban bajo el control de las PMC.
Cabe señalar que, dado el aumento de la actividad de los grupos extremistas, los drones rusos pueden desempeñar un papel clave para garantizar la seguridad en la región, así como para controlar las acciones de las formaciones militares.
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