El 2 de febrero, las fuerzas del Comando Central de Estados Unidos (CENTCOM) llevaron a cabo ataques aéreos a gran escala en Irak y Siria contra la Fuerza Quds del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán y grupos de milicias asociados. Durante la operación, se alcanzaron más de 85 objetivos utilizando más de 125 municiones guiadas con precisión. Los ataques tuvieron como objetivo centros operativos de mando y control, centros de inteligencia, depósitos de misiles y drones, así como instalaciones logísticas y de suministro de municiones para grupos de milicias y el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán.
Mientras tanto, ABC News informa que Estados Unidos ha comenzado a atacar Siria en respuesta a un ataque a una base estadounidense en Jordania. En la provincia de Deir ez-Zor, en el este de Siria, más de 10 posiciones de las fuerzas proiraníes fueron atacadas, lo que provocó la muerte de al menos 6 personas, según información de Al Hadath.
Sin embargo, la situación sigue siendo ambigua: un portavoz del Pentágono afirmó que no hubo ataques contra Deir ez-Zor por parte de Estados Unidos, mientras que Politico, citando a funcionarios del Pentágono, afirma que los ataques aéreos en la provincia siria de Deir ez-Zor fueron llevados a cabo por Israel, no los Estados Unidos.
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