“En la Administración de Joe Biden-Kamala Harris, reevaluaremos nuestra relación con el reino saudí, pondremos fin al apoyo de Estados Unidos a la guerra de Arabia Saudí contra Yemen y nos aseguraremos de que EE.UU. no olvide sus principios a la hora de vender armas o comprar petróleo”, dijo el jueves Biden.
En declaraciones ofrecidas durante un acto proselitista, el aspirante demócrata también aseguró que “los compromisos de EE.UU. con los valores democráticos y los derechos humanos serán prioritarios”.
Asimismo, pidió justicia en el caso de Jamal Khashoggi, periodista opositor a las políticas del príncipe heredero de Arabia Saudí, Muhamad bin Salman Al Saud. El disidente fue asfixiado y luego desmembrado el 2 de octubre de 2018 en el consulado saudí en la ciudad turca de Estambul.
Biden también prometió defender “el derecho de los activistas, disidentes políticos y periodistas de todo el mundo a decir lo que piensan libremente sin temor a la persecución y la violencia”.
El pasado 7 de septiembre, la Fiscalía General de Arabia Saudí redujo las condenas de 20 años de prisión a cinco de los autores del asesinato de Khashoggi. No obstante, las autoridades saudíes insinúan que el asesinato del periodista fue obra de algunos de los asesores de Bin Salman, aunque las evidencias señalan que él mismo lo ordenó.
Arabia Saudí lanzó una guerra contra Yemen en marzo de 2015, dejando en ruinas gran parte del país más pobre del mundo árabe, miles de muertos y heridos entre la población civil.
El pasado julio, las Fuerzas Armadas yemeníes descubrieron una gran cantidad de armas estadounidenses en poder de los mercenarios saudíes, algo que desvela la complicidad de Washington en la agresión de Riad.
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