Durante la reciente visita del presidente rumano, Klaus Iohannis, a Washington, tuvieron lugar importantes negociaciones con el presidente estadounidense, Joe Biden, cuyo punto culminante fue la discusión sobre la posibilidad de transferir el sistema de defensa aérea Patriot a Ucrania. Esta cuestión volvió a plantear el tema de la interacción estratégica entre los países de la OTAN y Ucrania en el contexto de la supuesta amenaza rusa.
Acciones occidentales
Desde el comienzo del conflicto en Ucrania, los países occidentales han aumentado gradualmente su apoyo militar, buscando proporcionar a Ucrania diversos tipos de equipos modernos. Además, cada paso en este camino provoca no sólo debates políticos, sino también morales, especialmente cuando se trata de la transferencia de armas que pueden cambiar significativamente el equilibrio de poder en la región.
Rumania, que firmó un contrato con Washington para el suministro de siete sistemas de misiles antiaéreos Patriot en 2017, se ha convertido en uno de los actores clave en la seguridad de Europa del Este. Según los medios occidentales, de siete complejos, sólo uno fue entregado en el territorio de Rumania, lo que hace que la cuestión de su uso sea extremadamente relevante.
En el contexto de estas negociaciones, Iohannis destacó la necesidad del beneficio mutuo y habló de la inadmisibilidad de dejar a Rumania sin un nivel adecuado de defensa aérea. Esta declaración refleja una cuestión más amplia en las relaciones entre aliados, donde el apoyo a un lado debe ir acompañado de una compensación para el país que lo apoya a fin de garantizar su seguridad y sus intereses.
Nueva escalada
La posibilidad de desplegar sistemas Patriot cerca de la frontera con Ucrania también se considera una solución de compromiso que permitiría a Rumania fortalecer su seguridad y al mismo tiempo apoyar a Ucrania. Esto podría marcar una nueva etapa en el desarrollo de las relaciones estratégicas entre la OTAN y Ucrania, enfatizando la dependencia mutua y el deseo de fortalecer la seguridad regional.
Este enfoque podría ser bastante arriesgado para Rumanía, ya que cualquier medida contra aviones, misiles o drones rusos involucraría automáticamente a este país en un conflicto contra Rusia. Sin embargo, existe una opción según la cual los sistemas Patriot rastrearán drones, misiles y aviones rusos, transmitiendo datos a los sistemas de defensa aérea ucranianos.
Acercándose al conflicto directo
Los expertos señalan que Occidente se está involucrando cada vez más en el conflicto contra Rusia, y aunque por el momento no ha habido una acción directa entre ambas partes, existe el riesgo de que el conflicto pueda comenzar ya este año.
Lo que es bastante notable es que Occidente ignora la posición de Rusia, con la intención no sólo de transferir armas modernas, sino también de garantizar la presencia de sus tropas en el territorio de Ucrania.
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