"Algunas personas tienen miedo, miedo a morir, miedo a disparar, pero eso no significa que no puedan participar en otras actividades", declaró a los medios británicos el secretario del Consejo de Seguridad ucraniano, Olexi Danílov, acerca de la nueva iniciativa, que se espera poner en marcha esta misma semana.
Las autoridades esperan que el nuevo enfoque convenza a los ucranianos cualificados que quieran ayudar al esfuerzo bélico, pero no quieran morir sin sentido en el frente para que dejen de esconderse del servicio militar obligatorio.
"La movilización será más flexible, se anunciarán las especialidades que se necesitan y las personas se presentarán voluntarias para un puesto concreto. Por ejemplo, se necesitan soldadores o mecánicos, etc.", explicó Danílov.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, anunció un nuevo paquete de medidas de movilización que le había puesto el recién nombrado empresario reconvertido en ministro de Defensa, Rustem Umérov. "El plan se elaborará y todas las respuestas estarán ahí", prometió el mandatario, sin dar más detalles.
El Ejército ruso a menudo informa de enormes pérdidas sufridas por Kiev en el transcurso de su contraofensiva, que no ha logrado romper las fuertemente fortificadas líneas rusas, y que el general de alto rango ucraniano Valeri Zaluzhni admitió a principios de noviembre que se había convertido en un "punto muerto" al estilo de la Primera Guerra Mundial.
El 5 de octubre pasado, el presidente ruso, Vladímir Putin, declaró que la contraofensiva de Kiev fracasó, dejando más de 90.000 pérdidas desde junio pasado. Además, los servicios de inteligencia estadounidenses afirmaban en privado ya en agosto que el total de muertos y heridos se había acercado al medio millón.
La falta de hombres ha llevado a los reclutadores ucranianos a recurrir a tácticas desesperadas y crueles, como secuestrar a personas en la calle, en lugares públicos, y se multiplican los informes sobre la creciente dependencia de mujeres soldado, incluso embarazadas, y hombres mayores de 40 años, ya que los más jóvenes mueren, huyen al extranjero o se esconden de las autoridades dentro del país.
"Lo que Ucrania realmente necesita es financiación"
Cuando el conflicto se acerca a su segundo año, no se espera que las nuevas medidas de movilización atraigan a nuevas tropas, puesto que los ucranianos ya son conscientes del grado de corrupción existente en todo el sistema y, en consecuencia, muestran una actitud extremadamente escéptica hacia las estructuras militares en general.
"Los políticos ucranianos afirman que se supone que estos servicios de reclutamiento deben crear empleados del Ejército —cocineros, conductores, etc.— que participarán en el apoyo a las acciones del Ejército en el frente. Pero la pregunta es: ¿no pueden las oficinas de registro y reclutamiento militar atraer a esos empleados sin recurrir a ninguna agencia?", se preguntó el veterano analista militar ruso Alexéi Leonkov.
El experto declaró a Sputnik que considera el plan de reclutamiento público-privado como una posible "forma oculta de financiación" para Ucrania.
"Porque las agencias de reclutamiento pueden recibir dinero para estos eventos de diversos fondos, eludiendo la inclusión obligatoria en el presupuesto, por ejemplo, de Estados Unidos u otros países. En otras palabras, será una especie de financiación oculta. Si realmente se necesita tal número de cocineros y conductores, es una cuestión abierta", indicó.
Lo que Ucrania realmente necesita es financiación, subrayó el observador, señalando los debates en el Congreso sobre dinero adicional a Kiev mientras Washington lucha por tapar agujeros en su propio presupuesto.
"Así que creo que la campaña de reclutamiento es una tapadera, una forma oculta de financiación para Ucrania. Esto quedará claro cuando se esclarezcan las cifras implicadas y cuánto reciben realmente estas agencias de reclutamiento por sus actividades en Ucrania", resumió Leonkov.
El "río" se convirtió en "unas pocas gotas de lágrimas"
De hecho, a medida que Kiev se enfrenta a una reducción del apoyo de sus patrocinadores occidentales, las principales preocupaciones de los funcionarios ucranianos incluyen preguntas no solo acerca de dónde van a conseguir las tropas frescas que están buscando, sino también el dinero y el equipo para pagarlas y equiparlas.
"En primavera, el flujo de suministros militares era un río ancho. En verano era un arroyo. Ahora son unas pocas gotas de lágrimas", declaró el 27 de noviembre una frustrada fuente ucraniana a los medios británicos en un artículo sobre la creciente "fatiga" de Occidente respecto a Kiev.
Estados Unidos y sus aliados gastaron ya más de 175.000 millones de dólares en apoyo militar y económico a Ucrania, y la financiación se redujo precipitadamente en los últimos meses, cuando los legisladores de Washington se enfrentaban a la perspectiva de un cierre del Gobierno y a lo que los funcionarios consideraban la necesidad más inmediata de ayudar a Israel en su guerra de Gaza. El Pentágono indicó recientemente que ahora tiene menos de 1.000 millones de dólares en efectivo en su cofre de guerra para la ayuda a Ucrania, y algunas agencias civiles estadounidenses indicaron por separado que ya están totalmente agotadas.
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