"Los ucranianos tuvieron la oportunidad de lograr la paz y entonces hubieran obtenido las regiones de Jersón y Zaporozhie, pero ahora no. Los rusos nunca cederán estas regiones, y lo más probable es que se queden con Járkov y Odesa", afirmó el experto.
Según Johnson, Kiev cometió un gran error al negarse hace un año a negociar con Moscú, bajo la influencia de Occidente, y ahora el presidente ucraniano Volodímir Zelenski poco puede hacer para mejorar la situación de su país: Ucrania solo seguirá perdiendo territorio.
Moscú ha indicado en repetidas ocasiones que está dispuesto a negociar, pero Kiev lo ha prohibido a nivel legislativo.
Occidente apela constantemente a Rusia para que negocie, algo para lo que las autoridades rusas se han mostrado dispuestas, pero al mismo tiempo los países occidentales ignoran las constantes negativas de Kiev al diálogo.
En días pasados, el líder del partido ucraniano Siervo del Pueblo, David Arajamia, nombró al ex primer ministro británico, Boris Johnson, entre los principales factores detrás de la decisión del Gobierno de Zelenski de romper el acuerdo preliminar de paz ruso-ucraniano el año pasado.
A juzgar por la entrevista de Arajamia con el canal ucraniano 1+1, fue el entonces primer ministro británico quien convenció a Ucrania de suspender las conversaciones de marzo de 2022 con Moscú, menos de un mes después de que comenzara el conflicto.
El Gobierno ruso asegura que las tropas ucranianas han perdido a más de 90.000 soldados entre heridos y muertos —solo durante la fallida contraofensiva iniciada en junio pasado—, además de numerosas pérdidas de equipo militar occidental, que ascienden hasta más de 13.500 tanques y blindados destruidos, según Moscú.
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